Polyforum:
La Marcha de la Humanidad
Por
Alberto Espinosa Orozco
El “Polyforum Siqueiros” es en sí un museo ideado como foro múltiple (poly-forum), en el
que se realizan actividades de carácter cultural, políticos, sociales y
espectáculos. Consta de varios espacios autónomos como son: teatro “Manuel
Suárez”, con capacidad para 500 espectadores, galerías, oficinas y el Foro
Universal. La enorme bóveda del Foro Universal mide 900 metros cuadrados ,
con una superficie pintada de piso a techo de 2,400 metros cuadrados ,
lo que lo convierte en el mural más grande del mundo. La plataforma del Foro,
que puede albergar hasta 1000 espectadores y más de 1 200 metros de espacio útil. Las diferentes secciones del
mural son iluminadas por las luces robóticas en el Espectáculo de Luz y Sonido
con la narración en voz del propio David Alfaro Siqueiros sobre “La
Marcha de la Humanidad”. Este movimiento giratorio permite apreciar en
toda su magnitud la mas acabada aplicación de la teoría de la poliangularidad,
aplicada por su equipo, demostrando que desde cualquier ángulo las pinturas del
mural aparentan tener movimiento Espacio cubierto por el esculto-mural titulado
"La Marcha de la Humanidad", nos ofrece también, escenarios
múltiples, espectáculo de luz y sonido con explicación del mural narrado por la
voz del maestro Siqueiros con aire acondicionado e infinidad de combinaciones
para accesos y montajes. La obra plástica que cubre las paredes del Polyforum
Siqueiros fue realizada con novedosas técnicas y materiales, entre las que se
encuentran la escultopintura, la utilización de acrílicos y piroxilinas sobre
armazones de asbesto y cemento, además de esculturas en hierro.
En el interior del El Polyforum se despliegan en cuatro niveles un
teatro, el Foro Universal, el espacio para dos galerías y una tienda. La
Galería "Dr. Atl", que luego fue el Museo de Sitio; que cuenta con un espacio de 145 metros cuadrados ;
.y la Galería Mario Orozco Rivera, que mide 169 metros cuadrados
y que fue pensada para el montaje de grandes exposiciones de arte. El día de
hoy las galerías "Mario Orozco Rivera" y "Dr. Alt" se han
fusionado en una sola, de poco más de 300 metros cuadrados ,
para dar vida al "Espacio de Arte Emergente", destinado para albergar
grandes exposiciones de arte –celebrando con ello su 40 aniversario.
El teatro “Manuel Suárez” cuenta con un escenario semicircular con
capacidad para 400 personas y fue ideado para representaciones teatrales,
conferencias, seminarios, auditorio de música de cámara y otros eventos
culturales. Este teatro es uno de los pocos en el mundo de forma circular al
estilo griego. Recién inaugurado funcionaron también en él el Foro de la de la Danza “Amalia Hernández" y el Foro de de las
Artesanías. Con ese insólito Espacio Cultural Siqueiros, el más joven muralista
de los tres grandes atlantes del muralismo mexicano, labrando al lado de ellos un homenaje a los pintores jóvenes
contemporáneos, a los pequeños grandes maestros de la tercera hornada del
movimiento muralista mexicano, contando para ello con la participación, directa
e indirecta, del pintor durangueño Guillermo Bravo Morán en la confección de los
más de 19 inmensos murales o “estampas” que constituyen el conjunto.
En el corazón del edificio se encuentra el Foro Universal, el cual
cuenta con una enorme bóveda de 11 metros de altura y 900 metros 2 y la
decoración en muros y techo con la gran pintura, de 2 mil 400 metros , el cual se
considera el mural más extenso del mundo -cubriendo su superficie más que los
murales al interior de la Capilla Sixtina del Vaticano, en Roma, cosa de la que
gustaba jactarse el empresario Manuel Suárez y Suárez. Se trata de la “Marcha
de la Humanidad en América Latina, en la Tierra y hacia el Cosmos” –e
incluso como "La Marcha de la Humanidad en la
Tierra y Hacia el Cosmos: Miseria y Ciencia".
La inmensa obra relata la dramática marcha de la humanidad hacia un
futuro trascendente de paz, progreso y esperanza. Sin embargo, el drama épico
tiene la intención de estremecer al espectador. Una enorme multitud de eres
humanos surgidos de una explosión volcánica marcha desorientada por un camino
sembrado de violencia, guerra, desilusión y muerte. Miles caen abatidos al
seguir a los falsos ídolos de la enajenación que los engañan mientras los
hombres en medio de un paisaje oscuro intentan luchar contra un enemigo oculto
y las madres abrazan desesperadas a sus hijos. Las escenas de horror y de
gritos visuales se suceden paso a paso cuando, en el centro de la sala una
figura hace señales hacia la dirección correcta, guiando de tal forma a la
humanidad confundida que emprende entonces un camino de orden y armonía para
realizar su destino. Es la marcha hacia la libertad trascendente, el recorrido
del camino que es la gran aventura de nuestra vida, la marcha de la humanidad
que lleva inscrita en su naturaleza el anhelo constante de superación.
El mural “La Marcha de la Humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos” fue pintado
por el artista mexicano David Alfaro Siqueiros y su equipo de colaboradores,
siendo, por sus dimensiones, como reitero, el más grande mural pintado en toda la historia. La forma del “Foro Universal” es
la de un octágono irregular y el gigantesco
mural cubre todas las caras -excepto el piso, en donde se localiza una
plataforma giratoria de 24
metros de diámetro, la cual se usa para un espectáculo
de luces y sonido. El mural, realizado con pintura acrílica y aerógrafo,
incluye diversas esculturas de lámina incorporadas a la obra: son las llamada
"escultopinturas", resaltando por ello mismo sus figuras, realizadas
con líneas geométricas muy esquemáticas, negras y de gran grosor, de trazo muy
sintetizado y colores planos -dando todo ello caprichosos efectos de luz y
sombra, demostrando David Alfaro Siqueiros con ello su teoría de
poliangularidad, donde el objeto puede parecer cobrar movimiento.
El mural se divide en siete paneles, cada uno con distintas
composiciones y alegorías realizadas en escultopinturas. El primer panel se
compone por una sola composición: “El hombre”, contrastando con el tablero de
“La mujer”, ubicado exactamente enfrente. Figura de rasgos toscos que lo
diferencian de la mujer, mientras sus manos apuntan hacia abajo como símbolo de
provisión.
El segundo panel, “La erupción de un volcán”, muestra tres composiciones abstractas en las que se representa un volcán en el momento de auge de su explosión, simbolizando el acontecimiento de grandes dimensiones que arrasará todo a su paso el inicio de la marcha humana. Se añade a este tablero dos figura más: la de “El nahual”, interpretado como un ser legendario mitad animal mitad hombre que atacaba a las mujeres para robar sus pertenencias -haciendo el artista con ello alusión al imperialismo, y; la figura de “El árbol del veneno”, que surge en medio del desierto simbolizando el primer obstáculo que se presenta en la marcha: es la cizaña de las habladurías destinas a anular la confianza en la lucha revolucionaria y sembrar desesperanza en la contienda. Un hombre desesperado intenta deshacerse de él cortándolo para evitar que se propague su veneno.
El tercer panel muestra otras tres composiciones: “El árbol de amate”, que contrasta con el árbol del veneno, y cuyos frutos son los líderes que surgen para iniciar y guiar la marcha, simbolizando con ello esperanza; “La nueva líder”, figura de una mujer que nace de un volcán apagado, simbolizando la liberación de la mujer, sumándose a guiar la marcha, y: “El árbol recién germinado”, el cual marca el inicio de una nueva etapa de progreso.
El cuarto panel tiene una composición titulada “La mujer”, quien, cubierta, muestra sus manos hacia arriba ofreciéndonos paz, armonía y cultura como las armas para crear una sociedad más humana.[1]
El quinto panel se compone de ocho composiciones distintas: “El hombre primitivo”, simbolizado por algunos hombres desnudos, los cuales, son idea de quiénes son ni a donde van simplemente caminan como autómatas siguiendo a la multitud hasta atrás de la marcha como un grupo ya olvidado que sigue presente sin desaparecer; “El esclavismo”, representado por dos niños y algunos hombres y mujeres, simbolizando el trabajo sin paga como base económica, señalándose esta etapa de desarrollo como una edad oscura por la gran miseria que la humanidad vive; “La mujer proletaria embarazada”, quien carga entre toda una multitud a sus hijo, proyectando la desesperanza, pobreza y marginación, pues. su pobre estado es resultado de una condena impuesta por los hombres ricos que ignoran la situación del pueblo. “El hombre encorvado”, el cual trabaja intensamente cargando haces de leña a cambio de un sueldo malpagado, provocándole un envejecimiento prematuro, sufriendo hambre, enfermedad y pobreza; “La marcha de las madres”, imagen en la que tres mujeres con sus hijos caminan en dirección a la liberación, cubriendo a sus hijos, protegiéndolos para que crezcan y sean el futuro y la promesa del destino; “El mestizaje”, alegoría abstracta en donde la unión de dos personas de distintas razas dará un hombre de raza y sangre más fuerte que las demás; “El negro linchado”, figura donde un esclavo de color es torturado cruelmente, símbolo la esclavitud de los negros en América los cuales iniciaron las rebeliones, siendo cruelmente exterminados; “Los pimas y los yaquis”, composición de los grupos étnicos que se revelaron ante la esclavitud y la colonización de sus pueblos.
El sexto panel se compone de tres composiciones de gran tamaño: “El payaso”, que es en realidad el falso líder, dedicado a engañar y a ganarse al pueblo con mentiras para buscar el poder y mantenerse en él: muchos lo siguen sin saber que el destino que toman los llevará a la perdición; “El líder”, contraparte del payaso y justo debajo de este, se presenta un líder quien orienta hacia al verdadero camino, mientras uno de los suyos levanta los brazos en exclamación de júbilo; “Hombres, mujeres y niños”, imagen en la que un grupo de personas de distintas edades y sexos celebran el triunfo de la marcha en clara alusión al final de la Revolución Mexicana.
Finalmente en la bóveda del foro cortada por líneas simétricas de gran tamaño que unen la composición del hombre con la de la mujer, como polos que unifican todo y donde se encuentran tres pequeñas composiciones: “Los astronautas”, quienes, ubicados en la bóveda como si fuese el cosmos, observan desde su cohete la marcha desde el cielo -composición ideada en 1969 cuando el hombre pisó la Luna por vez primera, símbolo de una etapa de un auge tecnológico y de paz; “La estrella roja”, símbolo del socialismo, que se oculta del vuelo del águila, símbolo del poderío capitalista que muchos hombres intentan alcanzar.
El segundo panel, “La erupción de un volcán”, muestra tres composiciones abstractas en las que se representa un volcán en el momento de auge de su explosión, simbolizando el acontecimiento de grandes dimensiones que arrasará todo a su paso el inicio de la marcha humana. Se añade a este tablero dos figura más: la de “El nahual”, interpretado como un ser legendario mitad animal mitad hombre que atacaba a las mujeres para robar sus pertenencias -haciendo el artista con ello alusión al imperialismo, y; la figura de “El árbol del veneno”, que surge en medio del desierto simbolizando el primer obstáculo que se presenta en la marcha: es la cizaña de las habladurías destinas a anular la confianza en la lucha revolucionaria y sembrar desesperanza en la contienda. Un hombre desesperado intenta deshacerse de él cortándolo para evitar que se propague su veneno.
El tercer panel muestra otras tres composiciones: “El árbol de amate”, que contrasta con el árbol del veneno, y cuyos frutos son los líderes que surgen para iniciar y guiar la marcha, simbolizando con ello esperanza; “La nueva líder”, figura de una mujer que nace de un volcán apagado, simbolizando la liberación de la mujer, sumándose a guiar la marcha, y: “El árbol recién germinado”, el cual marca el inicio de una nueva etapa de progreso.
El cuarto panel tiene una composición titulada “La mujer”, quien, cubierta, muestra sus manos hacia arriba ofreciéndonos paz, armonía y cultura como las armas para crear una sociedad más humana.[1]
El quinto panel se compone de ocho composiciones distintas: “El hombre primitivo”, simbolizado por algunos hombres desnudos, los cuales, son idea de quiénes son ni a donde van simplemente caminan como autómatas siguiendo a la multitud hasta atrás de la marcha como un grupo ya olvidado que sigue presente sin desaparecer; “El esclavismo”, representado por dos niños y algunos hombres y mujeres, simbolizando el trabajo sin paga como base económica, señalándose esta etapa de desarrollo como una edad oscura por la gran miseria que la humanidad vive; “La mujer proletaria embarazada”, quien carga entre toda una multitud a sus hijo, proyectando la desesperanza, pobreza y marginación, pues. su pobre estado es resultado de una condena impuesta por los hombres ricos que ignoran la situación del pueblo. “El hombre encorvado”, el cual trabaja intensamente cargando haces de leña a cambio de un sueldo malpagado, provocándole un envejecimiento prematuro, sufriendo hambre, enfermedad y pobreza; “La marcha de las madres”, imagen en la que tres mujeres con sus hijos caminan en dirección a la liberación, cubriendo a sus hijos, protegiéndolos para que crezcan y sean el futuro y la promesa del destino; “El mestizaje”, alegoría abstracta en donde la unión de dos personas de distintas razas dará un hombre de raza y sangre más fuerte que las demás; “El negro linchado”, figura donde un esclavo de color es torturado cruelmente, símbolo la esclavitud de los negros en América los cuales iniciaron las rebeliones, siendo cruelmente exterminados; “Los pimas y los yaquis”, composición de los grupos étnicos que se revelaron ante la esclavitud y la colonización de sus pueblos.
El sexto panel se compone de tres composiciones de gran tamaño: “El payaso”, que es en realidad el falso líder, dedicado a engañar y a ganarse al pueblo con mentiras para buscar el poder y mantenerse en él: muchos lo siguen sin saber que el destino que toman los llevará a la perdición; “El líder”, contraparte del payaso y justo debajo de este, se presenta un líder quien orienta hacia al verdadero camino, mientras uno de los suyos levanta los brazos en exclamación de júbilo; “Hombres, mujeres y niños”, imagen en la que un grupo de personas de distintas edades y sexos celebran el triunfo de la marcha en clara alusión al final de la Revolución Mexicana.
Finalmente en la bóveda del foro cortada por líneas simétricas de gran tamaño que unen la composición del hombre con la de la mujer, como polos que unifican todo y donde se encuentran tres pequeñas composiciones: “Los astronautas”, quienes, ubicados en la bóveda como si fuese el cosmos, observan desde su cohete la marcha desde el cielo -composición ideada en 1969 cuando el hombre pisó la Luna por vez primera, símbolo de una etapa de un auge tecnológico y de paz; “La estrella roja”, símbolo del socialismo, que se oculta del vuelo del águila, símbolo del poderío capitalista que muchos hombres intentan alcanzar.
[1] Esta
obra se basa en un lienzo de Siqueiros titulado "Nuestra imagen
actual", el cual se encuentra en el Museo de Arte Moderno en México.
Vista del Polyforum Cultural Siqueiros, considerado uno de
los más notables ejemplos del movimiento de integración plástica, alrededor de
1984. Dicho espacio se conserva en Insurgentes Sur y Filadelfia, a un costado
del Hotel de México, actual World Trade Center, en los terrenos que ocupaba el
desaparecido Parque de la Lama
es muy bonito, las imagenes son muy buenas y especiales, enhorabuena
ResponderEliminarbesos
Es de Siqueiros
ResponderEliminarUna obra monumental y de gran valor humano,que muestra no solo el talento de su autor, sino su visión humanista de la historia y el anhelado sueño del ser humano que no renuncia a la idea de un mundo mejor.
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