III.-
El Secreto… a Voces: los Desviacionistas
Por Alberto Espinosa Orozco
Por Alberto Espinosa Orozco
Los
Desviacionistas (Guía de Pecadores)
En la Primera Epístola a Timoteo, escrita
por San Pablo, el apóstol le manda que prohíba a algunos la enseñanza de
doctrinas extrañas, pues se han desviado del amor nacido de corazón limpio y de
buena conciencia y de fe no fingida. Tales desviacionistas, queriendo ser
doctores de la ley, se han dado así a discursos vanos, no entendiendo así ni lo
que hablan ni lo que afirman.
La ley es buena y necesaria para corregir a
los pecadores, que actúan contrariamente y oponiéndose a la sana doctrina, los
cuales pasa a enumerar, que son:
1) Los prevaricadores (injustos) y rebeldes
(desobedientes);
2) Los impíos y pecadores;
3) Los malos (irreligiosos) y contaminados
(profanadores);
4) Los parricidas y matricidas;
5) Los homicidas o asesinos;
6) Los fornicarios, adúlteros y homosexuales
(que se contaminan con varones);
7) Los traficantes de esclavos (ladrones de
hombres):
8) Los mentirosos:
9) Los perjuros, y
10) Y
para todos los que se oponen a la sana doctrina, según el Evangelio. (1 Timoteo
1.9)
Porque en los últimos
tiempos (llamada la era escatológica o periodo de crisis) hay abundancia de
doctrinas contrarias a ésta ley, que haciéndose pasar como “revolucionaria”
pretende instituir una moral más relajada para validar un mundo menos exigente
y sin compromisos ; una moral que, alimentada por el resentimiento y la
inferioridad moral, lleva a cabo una total inversión de valores.
Resultando así que los desviacionistas de la
moral sostienen, en sus vanos discursos y locas afirmaciones, lo contrario: que
los desviacionistas son quienes sostienen tales principios, acusándolos
públicamente de homófobos, de instigar a la quema de personas y libros, e
incluso de no ser buenos cristianos, pues hoy la envidia de murmurar se ha
vuelto infinita.
Porque en los últimos tiempos algunos
apostatarán de la fe, entregándose a espíritus engañadores y doctrinas
diabólicas, dejándose llevar por la hipocresía de embaucadores que tienen
marcada a fuego la conciencia (1Timoteo 4.1). Su máxima expresión en la
actualidad son las bodas gay que, en complicidad con algunas doctrinas sociales
permisivas, se declaran abiertamente en contra de la sana doctrina.
A lo que sólo cabe agregar que tales
desviaciones, de acuerdo con el mismo San Pablo, acarrearán la ira de Dios:
“Porque se manifiesta
la ira de Dios desde el cielo contra toda impiedad e injustica de los hombres,
que detienen la verdad con injusticia: Porque lo que de Dios se puede conocer,
en ellos es manifiesto: porque Dios se los ha manifestado. Porque las cosas
invisibles de Él, entendidas son desde la creación del mundo, por medio de las
cosas que son hechas, se vean claramente, que es a saber: su eterno poder y
divinidad, para que queden sin excusa. Porque habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias: antes se desvanecieron en sus
discursos, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido. Que diciéndose ser
sabios, fueron hechos insensatos; y trocar la gloria del Dios incorruptible en
semejanza de la imagen del hombre corruptible, y de aves y de animales de
cuatro pies, y de reptiles. Por lo cual Dios también los entregó a la
inmundicia, según las concupiscencias de sus corazones, para que deshonrasen
sus cuerpos entre sí: Que mudaron la verdad de Dios en mentira, y honraron y
sirvieron a la criatura antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos
de los siglos, Amén. Por lo cual Dios los entregó a afectos vergonzosos; porque
aun sus mujeres mudaron el natural uso, en el uso que es contra naturaleza. Y
así mismo los varones, dejando el uso natural, se encendieron en sus
concupiscencias los unos con los otros, cometiendo torpeza varones con varones,
y recibiendo en sí mismo la recompensa de su error a que convinieron. Y como a
ellos no les pareció bien tener a Dios en su entendimiento, Dios también los
entregó a un perverso entendimiento, para que hicieran lo que no conviene:
Atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de
maldad,: llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de
malignidades: Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos,
soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a sus padres;
Insensatos, desleales, sin amor natural, implacables, sin misericordia. Los
cuales, entendiendo la justicia de Dios, a saber, que los que hacen tales coas
son dignos de muerte; no solamente las hacen, aun se complacen con las que las
hacen.” Epístola de San Pablo a los Romanos 1; 16-32.
Sólo cabe agregar lo
que actualmente dice Gabriele Kuby, nacida en Constanza el año 1944 sobre el
sexo salvaje y la igualdad del "género": que buscan destruir la familia y crear un nuevo
orden mundial. Kuby lanzó un grito de
alarma a los Estados miembros de la Unión Europea: en todo ámbito de la vida
pública debe ser reconocida como fundamento de la familia, la diferencia sexual
entre hombre y mujer. Como analista centra su atención en los callejones sin
salida visibles en la sociedad moderna, señalando una vía abierta hacia una
nueva conciencia de la experiencia cristiana. La socióloga alemana establece
reflexión sobre la destrucción de la libertad en nombre de la libertad, pues la
desregulación de las normas sexuales conduce a la destrucción de la cultura. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 dice que la familia es el
núcleo de la sociedad y que para permitir su existencia, es necesaria una
regulación moral. Desde 2006 fue recogiendo material para exponer la evolución
de esta ideología, porque todo el mundo está sintiendo los efectos de la
inversión de valores, como la destrucción de la familia. Pero son pocos los que
están conscientes de que detrás (de la ideología) se esconde una estrategia de
la élite del poder, que opera desde las Naciones Unidas, la Unión Europea y las
altas finanzas.
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