RASTREOS POR MIS LINDES
(Séptimo Rastreo)
Por Tomas Segovia
«En tantos sitios no he tenido
casa…»
Yo mismo
Tendría que aceptar que me
reprochen
Si es que puede nacer ese
reproche
Que siempre haya esperado mucho
más que buscado
El amor la alegría la dicha el
cumplimiento
Que nunca haya buscado aunque lo
haya esperado
Pertenecer a nada
Que haya alterado yo tan poco el
orden
A pesar de haber sido tan poco
resignado
Pues siempre fue en mi vida
incomparable
Lo mucho recibido con lo poco
exigido
Nunca fui cazador de la verdad
Sino fiel cuidador de su guarida
Y siempre entre los muchos que
poblaron mis días
Quise tener un sitio pero
cuidando siempre
De no tener un puesto
Tendré pues que aceptar que me
reprochen
Que aun hoy siga queriendo creer
sin desdecirme
Que es posible tener lo que no se
ha tomado
Que el verdadero don llega sin
merecerlo
Que toda gracia es gratis
Que en el instante en que alguien
Logra poseer algo
En ese mismo instante lo ha
perdido
Y sólo si en verdad nada poseo
Puede todo ser mío
Y tendré que aceptar también que
me reprochen
Hacer mi casa y no tenerla
Llamar mía a la casa que levanto
Dondequiera que llego
Y no a la que he pagado o
conquistado
Regalar mi palabra a quien la
quiera
Sin pedir más que eso que todo
gesto pide
Que toda entrega pide que toda
vida pide
Sin pedir más que amor
Aceptar que tal vez es
reprochable
No aprender a tener una raíz
segura
Una raíz firme y dormida
Que nunca cambia y nunca se
desnuda
No asoma nunca afuera
A que el viento la palpe y
desordene
Una raíz sin tiempo
Que me permitirá saber cuál es el
centro
Y no buscarlo más por las orillas
Que me permitirá escoger mi casa
Saber cuál es el sitio donde
guardar mi bien
Y donde quedarán al fin mis
huesos
Y sin embargo sin embargo
Siempre supe vivir con el
reproche
Si es que puede salirme al paso
ese reproche
Y seguir avanzando mientras tanto
Siempre supe estar fuera de los
muros
Soñar a campo raso
Regresar a mis viejos campamentos
Fieles a su intemperie
Y acariciar sin añorar festines
Su verdín amistoso
Y supe también siempre que el
reproche
Si es que puede escucharse ese
reproche
De que nunca haya habido una casa
en el mundo
Que me haya sido dada como mía
A nada o nadie puedo dirigirlo
Sino acaso a mí mismo
Y tampoco a mí mismo lo dirijo
Aunque bien sé que ese reproche
siempre
Ha de acecharme en algún sitio.
Agosto 2010
Buenas tarde, disculpa, ¿podrías indicarme el nombre del fotógrafo que tomó esa maravillosa fotografía? Muchas gracias
ResponderEliminar