El
Dogma el Día de Hoy
Por
Alberto Espinosa Orozco
El
dogma el día de hoy es el exilio,
Vivir
de espaldas a las voces, entre el ruido;
Vivir
fuera de casa, sobre la arena o sumergidos
Entre
la densa bruma del olvido.
El
dogma el día de hoy es no estar vivos;
Nacer
el día de ayer, hace un instante,
Para
agostados declinar para la tarde
Ardiendo ciegos en la noche al otro instante.
El
dogma, vuelvo a insistir, son las cadenas
De
la insensata soberbia que levanta
Una
arenisca que hiere la garganta
Para
enturbiar el juicio, subsumido
En
los confusos laberintos del instinto;
O en la obediencia fatal del terco olvido.
Así pisamos
con extranjero pie la tierra
Donde
la verde lluvia al pasto estremeciera
Vuelta
en la noche callejones sin salida
Que
palmo a palmo se nos vuelve arena
Calcinada,
carcomida, irreal: agua abismada
En
que zozobra el sin-sentido de la nada.
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