miércoles, 21 de junio de 2017

Maestro Héctor Palencia Alonso: Educador Por Alberto Espinosa Orozco

Maestro Héctor Palencia Alonso: Educador 
Por Alberto Espinosa Orozco




Todo hombre lleva en potencia un maestro que es la exclusiva del hombre en donde se magnifica y realiza plenamente lo que en todo hombre hay de espíritu generador o de padre. En Don Héctor Palencia esa potencia se actualizó circunstancialmente hasta los extremos de la esencia plenamente acabada. Ello debido a que el maestro durangueño se asomó a los hontanares de la historia y de la cultura donde se genera lo distintivo del hombre, sacando de esa experiencia regulativa un patrón o medida de lo humano con que medir y formar, guiar y aquilatar la vida de sus congéneres y la suya propia.

Su magisterio, nadie lo ignora, estuvo fundado en los robustos pilares del espíritu de libertad y el espíritu de caridad. El entusiasmo de esa vocación hecha de servicio y libertad hallaba en su pasión por lo acendradamente humano la forma de expresión más contagiosa y formativa, más positiva y fecunda que quepa imaginar. 
Porque la vida es promesa de su propio cumplimiento y anuncio de lo que en lenta y tortuosa germinación bajo la forma de una pléyade de artistas y humanistas, que asombran tanto por su granel como por lo granado de sus subidos méritos, debiendo todos ellos una parte de sí al Maestro Palencia, cuyo trabajo en pro de la cultura supo estimular la misión de cada artista y letrado, no menos ennobleciendo al lugareño que arrebatando de admiración al peregrino.


Nota Necrológica
El Siglo de Durango, 1 de Septiembre de 2004

Héctor Alfonso Palencia Alonso nació el 3 de marzo de 1934 en una de las casas coloniales de la calle Hidalgo, en esta ciudad capital. Sus padres fueron Pedro Palencia, práctico en la medicina, y Valentina Alonso. Inició sus estudios de educación primaria en su ciudad natal, continuando su enseñanza secundaria en el antiguo Instituto Juárez de Durango y la carrera de Abogado en la Escuela Libre de Derecho de la capital de la República Mexicana.
Como estudiante fue inquieto y se distinguió por la dedicación al estudio y su afición al periodismo y a la oratoria. Durante su estancia en la escuela primaria siempre perteneció al Club de Periódico Mural y como consecuencia estuvo bajo su responsabilidad la línea de información de la escuela.
El 3 de noviembre de 1942, a la edad de ocho años, ya figuraba su nombre y fotografía en las páginas de un periódico de la localidad como corresponsal. Por lo que a la oratoria se refiere, también fue una de sus grandes aficiones desde pequeño. Siendo alumno de primer grado de primaria pronunció su primer discurso en público a nombre de sus compañeros de grado en un festival escolar.
En 1950, a la edad de 14 años, pronunció el discurso oficial en la ceremonia que se organizó con motivo de declarar ciudad a la población de Guadalupe Victoria.
Como estudiante de secundaria en el Instituto Juárez alcanzó el honor de triunfar en el Quinto Concurso de Oratoria, contra rivales tan experimentados como lo era el entonces estudiante de derecho Gonzalo Salas. En la Escuela Libre de Derecho de la Ciudad de México también fue campeón escolar de oratoria durante los años de 1954, 1955 y 1956, cuando estudiaba su carrera de Abogado y posteriormente, ya siendo profesionista, le tocó pronunciar la oración fúnebre ante el féretro de la excelsa cantante duranguense de fama internacional Fanny Anitúa.
Como estudiante fue dedicado y estudioso, afirma Manuel Lozoya Cigarroa en su libro “Hombres y mujeres ilustres de Durango”, lo cual le permitió alcanzar altas calificaciones. Durante los estudios de la carrera de Abogado fueron sus maestros José Ángel Ceniceros, Ezequiel Padilla, Raúl Cárdenas, entre otros. Presentó examen profesional con la tesis “Reflexiones sobre un derecho penal penitenciario”, trabajo que recibió la máxima distinción de “Laureles de Oro”, presea que concede la institución a trabajos excepcionales por su calidad.
Con el deseo de servir a su patria chica, al terminar sus estudios se trasladó a su tierra natal, donde ejerció algunos puestos como: Procurador de la Defensa del Trabajo, vocal representante del Gobierno del Estado en la Comisión Agraria Mixta, agente del Ministerio Público Federal para asuntos agrarios y forestales en Durango, agente del Ministerio Público Federal en las entidades de Puerto Vallarta, Tlaxcala, Aguascalientes y Guadalajara, jefe de Consultoría en la Procuraduría General de la República de México.
Como periodista y escritor su pluma fue ágil y productiva, colaboró en diferentes épocas en varios periódicos de la localidad, así como en El Siglo de Torreón y revistas como Horizontes de México, Criminalia, entre otras.
Entre sus libros publicados figuran “Apóstol del pensamiento libre”, “Sepulcros blancos”, “Músicos de Durango”, “Cocina durangueña”, “Apuntes de cultura durangueña”.
Fue presidente de la Academia Durangueña de Historia y del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Durango. Recibió varias preseas y diplomas de labor social que realizó y por el impulso permanente que ofreció a la cultura en general. Admiró mucho a los hermanos Revueltas, incluso al Festival Tonalco le cambió el nombre por Festival Revueltas, en honor a los hermanos de Santiago Papasquiaro, Durango.
Fue el primer director de la Casa de la Cultura, proyecto por el que luchó impulsando varios programas. Todos los domingos organizaba un programa en donde se realizaban conferencias, charlas, conciertos; los participantes no cobraban ni un centavo, todo era gracias a las amistades que el director tenía con grandes personalidades.
También fue el creador del Concurso Internacional de Ópera “Fanny Anitúa”, de donde surgió Fernando de la Mora. Al frente del ICED impulsó el Concurso Nacional de Composición “Silvestre Revueltas”, que solamente se organizó durante dos años.



3 comentarios:

  1. A mis seis años, me tocó presenciar ese discurso en la Ciudad de Guadalupe Victoria, que refiere tu biografía, además tomé innumerables tazas de café contigo en el Excélsior y Benavides, por lo cual puedes válidamente afirmar que también eres amigo del Poeta e Historiador Duranguense... Rafael Z Flores

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  2. Es un privilegio conocerte y me complace mucho leerte y saber de ti... sobre todo cuando compartimos la misma afición por la historia, tema en el cual eres un docto señor, y yo un simple amigo de estudiar esos temas. Felicidades

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