Benjamín Argumedo en
el Palacio de Zambrano
Por Alberto Espinosa
Orozco
En el Palacio de Zambrano
de Durango, el pintor Manuel Guillermo de Lourdes realizó al temple una
magnífica serie mural entre 1934 y 1936 titulada en su conjunto Historia del Proceso Revolucionario. Destacan
en la primera composición La Lucha de
Facciones, en el muro norte del Patio Principal, tres imágenes. En primer
lugar sobresale la imagen de un hombre rollizo, visto de perfil, que pareciera
ser un retrato de Diego Rivera, que aparece, entre la soldadesca, abrazado por
un viejo campesino de níveos bigotes y gran sobrero, quienes, se disponen, no
sin azoro, a contemplar la versión artística de la Revolución Mexicana y del
fraccionamiento de sus fuerzas, que va a representar, como en la palestra épica
de un gran teatro, el mismo Guillermo de Lourdes.
Le sigue el retrato de
Benjamín Argumedo, con un enorme fusil recargado al hombro, como quien va de
cacería, arriba de un personaje de tez verdosa, que retrata de un intelectual,
que da la impresión de estar mordido por la bilis y la melancolía, imagen del
coahuilense Roque González Garza.
Benjamín Argumedo Hernández (1876-1916), nació el 31 de marzo de 1876, en el rancho de San Buenaventura, a unos Kilómetros de El Gatuño (Congregación de Hidalgo), cerca de Matamoros, Coahuila –aun que algunos afirman que era de San Juan de Guadalupe, Durango. Fue hijo de Alvino Argumedo Adame y Tiburcia Hernández Laverino, quienes también engendraron a Basilio, Sabino, José Antonio, María y María Guadalupe. El famoso “León de la Laguna”, de quien se dice que no conoció el miedo, tenaz adversario de Francisco Villa, fue en un principio sencillo sastre y talabartero en la Hacienda de Santa Teresa, en donde se desató la violencia en 1907.
En 1910 se unió a la
lucha revolucionaria bajo las órdenes de Sixto Ugalde y de Enrique Adame
Macías, tomando Matamoros el 9 de febrero de 1911. Adame Macías dirigió el
ataque a Parras, mientras que Argumedo, al mando de 300 hombres, tomó Viezca,
siendo ascendido a teniente coronel.
Dada su gran capacidad
militar y bajo el mando de Emilio Madero, tomó Torreón en ese mismo año, en
donde dio la famosa orden de: “Maten a todos los chinos”, cuyas consecuencias
expansivas se hicieron efectivas, muriendo 303 orientales en los desórdenes (62
comerciantes, 110 jornaleros, 65 empleados, 52 viajeros. más 10 desconocidos).
Bajo el mando militar de José Agustín Castro y junto con Orestes Pereyra, Sixto
Ugalde, Epitacio Rea, Gregorio García, con 5 mil y 10 mil hombres más, metieron
fuego al Palacio Municipal de Torreón, atacando a la guarnición porfirista de
700 hombres, al mando de Emilio Lojero, quienes huyeron por el Cañón de
Huarache.
Al triunfo del
gobierno de Madero, Argumedo se rebela y a principios de 1912, simpatizando con
Pascual Orozco y junto con un grupo de agricultores desempleados, hace cuerpo
con José de Jesús Campos y Pablo Lavín. Toma Matamoros al frente de mil
hombres, luego Torreón, Mapimí, Perdiceña y finalmente Durango, al frente de
tres mil hombres. A finales de mayo Pascual Orozco es derrotado por las fuerzas
de Victoriano Huerta y Argumedo por el general Aureliano Blanquet. Huye a las
fronteras de Durango y Zacatecas con pocos hombres, depredando haciendas y
asesinando a autoridades locales maderistas, hasta que en febrero de 1913 es derrotado
en la Hacienda de Santo Domingo, en San Luis Potosí.
Pronto reconoció al
gobierno del usurpador Victoriano Huerta, siendo nombrado general brigadier del
ejecito federal, con el cargo de enfrentar al ejército constitucionalista bajo
el mando de Francisco Villa y Tomás Urbina. Defendió la ciudad de Torreón de
julio de 1913 hasta principios de 1914, siendo derrotado, junto con José
Refugio Velasco, por Francisco Villa.
Volvió a ser derrotado por el mismo Villa en la famosa batalla de Zacatecas en
julio de 1914. Negándose a aceptar los Tratados de Teoloyucan, se levanta
contra el gobierno de Venustiano Carranza, operando entre Puebla y Morelos,
peleando intermitentemente al lado de Emiliano Zapata, Higinio Aguilar y de
Juan Andrew Almazán.
Intentó convencer al presidente interino constitucionalista, Francisco Lagos Cházaro, de trasladar el gobierno de Toluca a Durango, quien prefirió mejor instalarlo en Tamaulipas. Argumedo, sin gobierno que defender, se refugió en Durango en 1915, siendo derrotado en enero de 1916 por las fuerzas de Domingo Arrieta y Fortunato Maycotte, hiriéndolo gravemente.
Intentó convencer al presidente interino constitucionalista, Francisco Lagos Cházaro, de trasladar el gobierno de Toluca a Durango, quien prefirió mejor instalarlo en Tamaulipas. Argumedo, sin gobierno que defender, se refugió en Durango en 1915, siendo derrotado en enero de 1916 por las fuerzas de Domingo Arrieta y Fortunato Maycotte, hiriéndolo gravemente.
Oculto en la Sierra de
los Reyes, fue aprendido en el rancho El
Paraíso, estando enfermo, mientras daba agua a su caballo en una laguna. Lo bajaron de la sierra y en el Plan lo subieron en un carro, pasaron por San Miguel y en Sombrerete lo subieron en un Tren, en la estación de Mina, en donde fue enviado a Durango, Luego de recuperarse en el Hospital Militar, enfrentó un consejo de guerra ante un tribunal militar en el Palacio de Gobierno, que es el mismo Palacio de Zambrano, donde se le dictó la pena capital. Se cuenta
que ante la sentencia, sin demostrar cobardía, sólo se agachaba y sonreía,
mientras su familia, ahí presente, muy triste y muy asustada, se desmayaba. El pueblo quiso
oponerse a la ejecución, empero, luego de ser paseado enfrente de la Plaza de
Armas, luciendo Argumedo un águila preciosa en su sombrero, se cumplió la fatal
sentencia de la condena de muerte, siendo fusilado por órdenes del Jefe de Operaciones de la ciudad de Durango, general Francisco Murgía(1873-1922), el primero de marzo de 1916, a
las cinco de la tarde. Murió a los 40 años de edad. recibiendo sepultura en el
panteón de Durango, en donde fue fusilado, luego de tanto sufrir, para esperar
el juicio de Dios. Hay un famoso corrido sobre su aprensión y muerte que a la
letra dice:
Las Mañanitas de Benjamín Argumedo
Para empezar a cantar (2X)
pido permiso primero
para cantar el corrido (2X)
de Benjam’n Argumedo.
¿Dónde se encuentra Argumedo (2X)
que tiene el camino andado?
Donde se encontraba enfermo
a orillas de una laguna
viendo bañar su caballo.
Aprehendieron a Argumedo (2X)
enfermo en El Paraíso.
Pasaron por San Miguel (2X)
llegaron a Sombrerete.
Enfermo en El Paraíso (2X)
porque Dios así lo hizo,
para bajarlo del cerro (2X)
en una silla de mano.
Cuando llegaron al plan (2X)
lo montaron en un carro
lo montaron en un carro (2X)
que lo llevaban a flete.
Montó en la estación de Mena (2X)
comenzó el tren a silbar.
Para llegar a Durango (2X)
lo salieron a encontrar.
Luego lo tomó una escolta (2X)
al hospital militar
le pusieron dos doctores (2X)
que lo fueran a curar.
Luego que ya se alivió (2X)
que se le llegó su d’a,
lo fueron a presentar (2X)
con el general Murguía.
Lo llevaron a Palacio (2X)
donde fue su tribunal
le leyeron la sentencia (2X)
que era pena capital.
Y Benjamín Argumedo (2X)
sin demostrar cobardía
le sentenciaron la muerte (2X)
se agachaba y se "sonr’a".
Su familia que ahí estaba (2X)
muy triste y muy asustada
al oír esa sentencia (2X)
tuvo que caer desmayada.
Y Benjamín Argumedo (2X)
habló al general Murguía
que le pedía una merced (2X)
que si se le concedía.
Y don Francisco Murguía (2X)
le contestó con esmero:
-¿Qué merced quiere que le haga (2X)
mi general Argumedo?-
-Oiga 'usté', mi general, (2X)
yo también fui hombre valiente,
quiero que 'usté' me 'afusile' (2X)
al público de la gente.
-Oiga Ud. mi general
mi general Argumedo
yo no le hago ese favor
todito lo que yo hago (2X)
es por orden superior.
Su familia que ahí estaba (2X)
muy triste y muy asustada
al oír esa sentencia (2X)
tuvo que caer desmayada.
Luego que Argumedo vio (2X)
que no se le concedía:
--Adiós todos mis amigos, (2X)
adiós penitenciaría.
Caminan con Benjamín (2X)
a fusilarlo al panteón,
el pueblo se les opuso (2X)
porque no fue de opinión.
Regresan con Argumedo (2X)
como volverlo a juzgar,
a las cinco de la tarde (2X)
lo fueron a fusilar.
Cuando oyeron la descarga (2X)
toda la gente corría
derecho a la Plaza de Armas (2X)
a ver lo que sucedía.
-Adiós, águila preciosa (2X)
que en mi sombrero lucía,
¿dónde veniste a quedar? (2X)
en las manos de Murguía.
.
Ya se acabó Benjamín (2X)
ya no lo oirán mentar,
ya está juzgado de Dios, (2X)
su alma ya fue a descansar.
.
-Adiós, montañas y sierras (2X)
cuidades y poblaciones
donde me vide en las guerras (2X)
que parecían quemazones.
-Después de tanto sufrir (2X)
y tanto andar navegando,
vine a quedar sepultado (2X)
en el panteón de Durango.
Siempre yo ya me despido (2X)
porque cantar ya no puedo,
aquí da fin el corrido (2X)
de Benjamín Argumedo.
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