miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tina Modotti y Frida Kalho Por Alberto Espinosa Orozco

Tina Modotti y Frida Kalho
Por Alberto Espinosa Orozco 









I
   La fotógrafa italiana Tina Modotti (1896-1942), era discípula y compañera del famoso fotógrafo estadounidense Edgard Weston y radicaba en México desde 1923 en calidad de refugiada luego de su expulsión de los Estados Unidos por sus actividades subversivas. Su trabajo como fotógrafa fue muy apreciado por artistas y editores, destacándose en su obra las imágenes que realizó de los murales de José Clemente Orozco en la Preparatoria de San Ildefonso a partir de 1929 –fotografías que gustaron mucho en Nueva York, tanto por su intensidad como por su selección y cuidado.
   La artista italiana no sólo había tenido una aventura amorosa con Weston, sino que en México también fue querida del pintor mexicano Xavier Guerrero y posteriormente amante del líder comunista Juan Antonio Mella, quien había llegado en 1926 a la ciudad de México gracias a la colecta organizada por Arcadio Guerra, miembro de las juventudes comunistas de la Preparatoria de San Ildefonso, con el objeto de que el joven revolucionario cubano pudiera pagar su viaje desde Honduras donde realizaba una activad de proselitismo, en la que se significó como un adversario jurado del dictador Machado. Juan Antonio Mella, orador inspirado y extraordinariamente apuesto, se integra de inmediato al movimiento revolucionario comunista mexicano, colaborando en la revista El Machete y llegando pronto a ser el secretario general del Partido Comunista. Un mal día, paseando Mella junto con Tina Modotti, un agente de Machado lo asesina a media calle. Era el 10 de enero de 1929. Alcanzó a decir unas últimas palabras a la fotógrafa: “Muero por la Revolución”.  Su imagen quedó como enmarcada en un destino trágico y heroico: el del revolucionario puro y sincero que da su vida por el ideal de la justicia.
   La casa de Tina Modotti había sido por esa época el centro de reunión de artistas y estudiantes. Edward Weston la había retratado desnuda y sin ningún pudor, representando Modotti la fe comunista y el ideal de la mujer revolucionaria, libre de cuerpo y alma y de vida aventurera, ardiente y sin ataduras. Frida Kalho, estudiante de la Preparatoria, asistía a las tertulias de la italiana y pronto cayó bajo su influencia, cambiando incluso su modo de vestir: falda y blusa negra, tocada por un broche con la cruz y el martillo que le regala Tina. Es también en su casa que conoce a su futuro esposo: el gigante Diego Rivera. En uno de los frescos de la Secretaría de Educación Rivera incluso hace figurar a Frida Kalho al lado de Tina Modotti y de Julio Antonio Mella, distribuyendo armas a los obreros –expresando con ello que el único verdadero lugar de la evolución era el del arte y la cultura. (Diego Rivera, Balada de la Revolución Proletaria. Arsenal, Fresco en la SEP. Serie 1923-1928).[1]
   Tina Modotti pertenecía a una familia de fotógrafos. Su tío Pedro Modotti había sido precursor de la fotografía en vela en Udine y luego en la ciudad de San Francisco. Su padre, fotógrafo también,  se asocia con su hermano y Modtti aprende con ellos el oficio de la lente. El famoso fotógrafo Edward Weston tenía una relación amorosa con su discípula, desde algún tiempo atrás, cuando ambos vivían en San Francisco. La italiana era viuda y viaja junto con Weston a la ciudad de México en 1923 para aprender con él las técnicas y el oficio fotográfico mientras cuida de Chandler, el hijo de Weston. Pone un estudio en la calle de Veracruz mientras Weston regresa a los Estados Unidos. Ella se queda en México, involucrándose cada vez más en la política comunista, teniendo continuas aventuras amorosas con el pintor Xavier Guerrero, pero también con Diego Rivera.
   La izquierda mexicana estaba por ese entonces integrada por algunas mujeres destacadas: Belem de Zárraga, Graciela Amador, Luz Ardisana, Concha Michel, María Vendrull, Olivia Zaldívar, Juana González. Tina Modotti se relaciona con Lupe Marín formando parte del grupo de Diego Rivera, en el que se encuentran para exposiciones, reuniones y veladas Lola y Germán Cueto, Xavier y Elisa Guerrero, el Dr. Atl y Nahui Ollin, Roberto Montenegro, Adolfo Best-Maugard, Miguel Cobarrubias y su hermana Rosa, Anita Brenner, Frances Toor, Orozco, Siqueiros y Jean Charlot. La misma Moditti realiza unas extraordinarias fotografías de la obra de José Clemente Orozco en la preparatoria de San Ildefonso de acusada angulosidad arquitectónica. También fotografió los murales de Diego Rivera en la SEP y en Chapingo –donde entabla una relación sexual con el pintor al servirle de modelo. Hace retratos de Jean Charlot, Dolores del Río, Nahu Ollin y colabora con la revista “El Machete”. Por su relación afectiva con Xavier Guerrero se inscribe en el PC e inicia un periodo de lucha social. Sin embargo, la verdad el ambiente artístico y militante resultaba escandaloso por sus costumbres e ideas liberales sobre todo, donde no faltaban ni la inquirida bohemia ni las intrigas. Es el tiempo en que la gente cargaba pistolas y balaceaba los faroles en la avenida Madero rompiéndolos todos y rociando la ciudad de balas por pura diversión.
   Al terminar los murales de la SEP e iniciar los de la Secretaría de Salud, Diego Rivera empezó a recibir fuertes críticas del Partido Comunista Mexicano. Varios de sus antiguos compañeros rompieron relaciones con él, al igual que su vieja amiga y ante Tina Modotti, a pesar de que unos meses antes la había defendido en el juicio que la acusó del asesinato de Julio Antonio Mella, ante el cual la artista se mostró valiente, hermosa, serena y seria. Sin embargo Modotti es expulsada de México posteriormente, al considerarla la policía cómplice del intento de asesinato del presidente de la república Pascual Ortiz Rubio y viaja a Berlín conservando la amistad de Manuel Álvarez Bravo y posteriormente pone un pequeño estudio fotográfico en Wahinton Square, el cual quebraría poco tiempo después.
  Por su parte Frida Kalho comenzó, en 1927, a frecuentar los medios artísticos nacionales, especialmente los comunistas. Es entonces cuando el líder estudiantil García del Campo, partidario de José Vasconcelos, presenta a Frida con Julio Antonio Mella, el célebre militante cubano comunista que estaba exilado en México, trabajando como editor y periodista del PC y que por entonces vivía con la bella fotógrafa italiana Tina Modotti. Frida y Tina simpatizaron en seguida siendo la joven e inquieta arrastrada por la fotógrafa a las reuniones políticas y a las fiestas de los artistas de izquierda, llegando Frida en esa época a inscribirse como militante del PC. Se trata de la época en que Kalho ingresó, a instancias de Tina Modotti, a la Liga de Jóvenes Comunistas, cuando Frida con apariencia de muchacho vestía de camisa caqui con la estrella roja –cosa que Tina Modotti la reprochó y calificó de esnobismo.      
   Frida se vestía por entonces con una camisa caqui con la estrella roja exhibiendo a todas luces su fe en la utopía marxista-leninista, a lo que Modotti le daba el primer consejo de militante: “Camarada Frida, no se vista usted como comunista”. Frida estaba completamente bajo la influencia de Tina, la joven revolucionaria italiana que representa el ideal de la mujer libre, expresión a la vez de belleza, energía y sinceridad absoluta. Le regala a Frida un broche con la hoz y el martillo y usa las faldas y las blusas negras de Modotti. Frida admira el ardor con que la revolucionaria pone su arte al servicio del pueblo, y su cuerpo, mostrado sin ningún pudor en las fotografías de Weston. Sus fotos son marcas de las penurias de la vida, destacando la imagen de una mexicana llevando la vadera de la revolución, emblema del futuro.  En 1927 le presenta al artista más famoso del mundillo intelectual que goza además de la peor reputación: Diego Rivera. Frida conocía a Diego Rivera de vista, y lo veía en casa de Tina Modotti y se empezó a interesar por él una vez que disparar contra un fonógrafo. La misma Tina Modotti le serviría como modelo para un panel de Chapingo, donde una mujer desnuda aparece de espaldas peinada con un chongo sobre la nuca con la gracia de una madona. 
   El segundo encuentro de Frida Kalho con el pintor fue en 1928 en casa de la fotógrafa italiana y militante comunista Tina Modotti, llamando su atención al balacear un fonógrafo. En el grupo de artistas y revolucionaros reunidos en casa de Tina, Diego Rivera es atraído por la belleza de la joven italiana y por su vida aventurera, sin embargo, se encuentra también con Frida Kalho Para entonces Frida había sufrido ya su trágico accidente, de cuyas consecuencias la pintora sufriría a lo largo de su vida 31 operaciones más. Diego le duplicaba la edad; el tenía 42 años y ella 21. En torno al pintor se había generado un torbellino de políticos, intelectuales, artistas y dinero,, que atrae irresistiblemente a las mujeres. Para ese entonces Rivera ha tenido ya cuatro hijos y dos matrimonios: un hijo con Angelina Belof, Dieguito, que murió a la edad de dos años; un hijo de su amante Marievna, Marieka, concebida durante la algazara de la postguerra parisina y que Diego nunca reconoció, y las dos hijas con Lupe Marín, con quien se había casado en 1923.
   En el año de 1927 Diego Rivera interrumpe su colosal trabajo en la SEP y parte para Moscú invitado por el gobierno soviético y viaja como integrante de la delegación mexicana en una comisión de obreros y campesinos para asistir al X aniversario de la Revolución de Octubre. Rompe con su esposa Lupe Marín quien vuelve a Jalisco con sus dos hijas, por un breve tiempo, luego de siete años de vida en común. Lo tiró de los cabellos, desgarró sus dibujos y lo atacó a puñetazos. La causa de la separación son los amoríos que Rivera sostuvo con Tina Modotti, cuyas relaciones sexuales comenzaron en Chapingo cuando la fotógrafa le sirvió de modelo. En Rusia el pintor Diego Rivera realiza un retrato del Joseph Stalin, quien era por entonces general del partido. Se entusiasma con el dictador del proletariado, con su físico violento y su lenguaje impecablemente lógico y de tez sombría y caliente. Su propósito es pintar un fresco en el Club del Ejército Rojo cuyo proyecto no se concretaría por obstáculos burocráticos. Queda fascinado con las masas populares organizadas y con los desfiles militares del aparato revolucionario. Inscrito en el PCM al que ingresó a fines de 1922, obteniendo el carnet número 992, Rivera contaba ya con una dimisión voluntaria, una readmisión y una expulsión en 1928, sin embargo, ese mismo año, en mayo de 1928, el mismo PCM le pide que regrese al país de inmediato -sin embargo, el Partido Comunista Mexicano, lo expulsaría en julio de 1929.
   Frida se acercó a Diego Rivera a través de Tina Modotti después de una relación con Alejandro Gómez Arias, su novio hasta 1928, orador y líder estudiantil que lograra la autonomía universitaria y para quien había pintado su primer autorretrato en 1926. Fue la propia Frida la que, luego de desastroso accidente que sufriera en un tranvía quien, en cuanto le  permitieron caminar, fue con sus cuadros a buscar al pintor Diego Rivera a la SEP, pues quería que Rivera le diera su honesta opinión de su obra y un consejo. No fue a coquetear con el mujeriego, sino a mostrarle sus cuadros, pues tenía que trabajar para ayudar a sus padres, para vivir y ganarse la vida. Diego acudió a visitarla a su casa y a discutir la totalidad de su trabajo, pareciéndole una pintora autodidacta, de originalidad para el retrato y de talento. Rivera recordó que era la adolecente de doce años, la muchacha que había desafiado a Lupe Marín en el auditorio y que Lombardo Toledano le señalara como una muchacha indócil, la cabecilla de una pandilla de delincuentes juveniles que alborotaban la escuela. Frida acosaba a Diego Rivera desde dos años atrás, cuando éste pintaba los murales de la Secretaría de Educación Pública y con toda confianza delante de Lupe Marín le decía “mi cuatacho”. A Lupe Marín, por entonces esposa de Diego, le pareció una niña insolente y cuando lo acompañó a visitarla en su casa atónita vio como aquella jovencita tomaba tequila como si fuera un mariachi. 
Empiezan los amoríos entre Diego, el ogro devorador de mujeres, y Frida pata de palo, pues a raíz de la poliomielitis que sufrió a los seis años tenía una pierna más corta y más delgada que la otra. Frida le pidió que el siguiente domingo Rivera fuera casa de los padres de Frida Kalho, en Avenida Londres 126, en Coyoacán. Frida lo recibió trepada en un árbol vestida de overol y silbando “La Internacional”. A Rivera, falto de sentimentalismo, le encantó en cambio su vivas presencia. Le enseñó tres retratos de mujeres que gustaron a Diego por su energía expresiva y severidad, que delineaban u carácter, con personalidad artística propia, sinceridad plástica, de sensible y despiadada capacidad de observación. Al terminar sus tareas en la SEP, Diego Rivera empezó a cortejar  en serio a la paloma: ella tenía 21 años y el tenía 42. Guillermo Kalho le advirtió sin embargo dese el primer momento que su hija era un demonio. Entre los atractivos de Frida Kalho se encontraba el tener un leguaje muy personal, ácido y chisporroteante, salpicado por el choteo constante de la adolescente y las fantasías de la adolescente ensombrecidas por la ironía y el humor negro. Su mente aguda y poco convencional le daban una especie de natural arrojo y picardía que rechazaba la moral burguesa.







II
   Assunta Adelaide Luigia Modotti nació el 17 de agosto de 1896 en la ciudad de Udine, Italia y murió en la ciudad de México en 1942.  A los doce años trabaja en una fábrica textil y posteriormente se hace estrella en el teatro italiano local. A los 17, en 1913, parte hacia los Estados Unidos para encontrarse con su padre y su hermana, quienes habían emigrado a California para trabajar. En 1917, a los 21 años, se casa con el poeta y pintor Riuax de l´Abrie Richey y al año siguiente incursiona como actriz en las películas mudas en Hollywood y se involucra con el ambiente bohemio de Los Ángeles.
   En 1921 comienza una intensa relación con el fotógrafo Edward Weston al que le sirve de modelo y en 1922 Rubaiux muere en la ciudad de México. Ella se refugia entonces en Edward Weston y lo convence de que se queden a vivir en la ciudad de México donde conoce al grupo de los muralistas mexicanos, quedando cautivada por el renacimiento de la cultura en tierras aztecas. Junto con Weston la joven viuda pone un estudio fotográfico creado por ambos y se ocupa de Chandler, el hijo de su maestro, con lo que tiene un espejismo de familia. Del fotógrafo estadounidense aprendió un tipo de composición cuidadosa y reflexiva a la que siempre se mantuvo fiel. Desde un principio Tina privilegió la presentación de objetos singulares, como flores, elotes,  copas, rosas, cañas, y en un tiempo se concentró en la representación de la industrialización y la modernidad arquitectónica. Retrató por esa época a amigos y desconocidos a manera de testimonio de la personalidad y condición social de las personas. También registró eventos políticos y elaboró series con la finalidad de construir emblemas del trabajo, de la maternidad, de la revolución. Sus imágenes son sumamente apreciadas por su originalidad, pues sus representaciones van más allá de la realidad pues para Modotti lo importante es volverlas transmisoras de una idea, de un estado de ánimo o de una propuesta política. En los pocos años que vivió en México la fotógrafa italiana supo penetrar muy a fondo en la raíz y en la profundidad de México. Sus fotografías ofrecen un espejo de grandeza a las cosas simples de cada día y a las sencillas gentes que aquí trabajan con las manos (Manifestación de trabajadores mexicanos, 1926;  Diego Rivera y Frida Kahlo con otros artistas en la marcha May Day en 1929;  Distributing Arms, detalle del mural de Diego Rivera en el Ministerio de Educación de Ciudad de México, donde aparecen retratados Siqueiros, Frida Kahlo, Mella, Modotti y Vidali; 1928-29; Composición: mazorca, guitarra y canana, México, 1928, que simbolizan la guerra y la libertad. Misery. 1928. Museum Folkwang, Essen, Germany).
   Luego del rompimiento amoroso con Weston éste regresa a los Estados Unidos manteniéndose ella a la cabeza del estudio fotográfico, siendo acompañada por épocas por su padre y su hermana. En casa de Lupe Marín se relaciona con la élite cultural de México. Debido a la escandalosa explotación de los trabajadores y de las calases pobres se convierte en activista revolucionaria. Apoya abiertamente la lucha de Augusto Sandino y funda el primer Comité de Defensa de Víctimas del Fascismo Italiano. Se relaciona con otros artistas mexicanos y entra a formar parte del grupo Unión Mexicana de Artistas, donde figuran Diego Rivera, David Alfaro Siquieros, Manuel Álvarez Bravo, Jean Charlot, Blanca Luz Bloom, Adolfo Best-Maugard, Nahui Ollin y Frida Kalho.




III
   En 1927 se afilia como miembro del Partido Comunista Mexicano. Su obra fotográfica empieza a aparecer en revistas culturales: Forma, American Folkways, El Machete, Creative Art. Colabora en la fundación del Patronato-Italiano-Cubano-Mexicano. Se hace amante de Xavier Guerrero y tiene un fugaz romance con Diego Rivera, mientras es envuelta por los movimientos políticos de izquierda. Retrata los nuevos edificios nacionales, el naciente proceso de industrialización mexicano y la naciente modernidad arquitectónica, hace estudios de naturalezas muertas y retratos de mujeres famosas (como Dolores del Río y Nahui Ollin), y asiste a los eventos políticos.   Trabaja fotografiando, entre 1924  1927, el Estadio Nacional y también retrata los murales en lo edificios públicos, los de José Clemente Orozco en San Ildefonso y los de Diego Rivera en Chapingo con un lenguaje westoniano –tomas que vendía en México y los Estados Unidos por medio de Mexican Foolkweys, revista de la que era la fotógrafa predilecta. Posteriormente Alma Reed vendería como propaganda de la obra de Orozco las fotos de Modotti de la Escuela Nacional Preparatoria, las cuales el pintor apreciaba por la calidad de sus vistas de secciones, detalles y tomas vanguardistas, por el aprovechamiento de los ángulos estructurales que deforma la visión en composiciones totalmente innovadoras. Jean Charlot se encargaba de surtir las fotografías de Tina Modotti a Orozco quien vivía por ese entonces en Nueva York.
   Los emblemas dominantes de su obra son por entonces: el trabajo, la maternidad y la revolución. Artista cuidadosa y reflexiva cuyas composiciones fotográficas abarcan desde la propuesta política hasta la idea pura, pasando por la expresión de sus estados de ánimo. León Trosky la admiraba por buscar un arte a la vez tecnológico y revolucionario, siendo su fotografía la de un minimalismo vanguardista.[2] Retrata, es verdad, las cosas simples de cada día, los alcatraces, las gentes sencillas que trabajan con sus manos. La mujer libre y revolucionaria posee sin embargo un sofisticado sentido del diseño siendo su contenido marcadamente político y social.








IV
   Julio Antonio Mella era un joven revolucionario cubano que viaja de Honduras a la ciudad de México ayudado por Arcadio Guevara, quien organiza una colecta entre los alumnos de la Preparatoria de San Ildefonso para ayudarlo a venir al país. Fue el fundador del primer Partido Comunista Cubano, junto con Carlos Ballio. Era un jurado adversario de Machado el dictador de Cuba. Expatriado a México en el año de 1926, en razón de que había encabezado una huelga estudiantil en La Habana, a causa de la cual fue arrestado; cuando su detención provocó una huelga general, se le expulsó del país.
Era alto y apuesto, por eso le decían el Adonis de la izquierda: de ojos verdes, herencia de su madre irlandesa, y su cabello oscuro, grueso y rizado como el de su padre mulato. Julio Antonio fue el seudónimo que Mella adoptó para sus actividades políticas; en realidad se llamaba Nicanor MacPartland. Estudió derecho en la Escuela de Derecho, de la Universidad Nacional. Era un gran orador y tenía la firme convicción de que estaba destinado a liberar a Cuba de la dictadura. Rápidamente se convirtió en una figura prominente entre los comunistas mexicanos. Fue también un orador inspirado y romántico y extraordinariamente apuesto. Colaboró con la revista “El Machete” llegando a ser secretario general de Partido Comunista Mexicano. Todavía en Cuba Mella escribía artículos donde denunciaba el colonialismo enmascarado de la isla en relampagueantes discursos que enardecían al estudiantado de la Habana. Denunciaba la dictadura burlándose de la decrepitud de la universidad cubana, fábrica de profesionales con mentalidad de convento español de la colonia. Encarna la imagen del revolucionario puro, sincero, que da su vida por el ideal de la justicia. Organiza en México la lucha contra el dictador Gerardo Machado.
   En 1927 Modotti conoce a Mella en la protesta por el asesinato de Saco y Vanzetti, en Massachusetts, en el “Comité Manos Fuera de Nicaragua” favorable a Sandino. En 1928 Tina Modotti sostiene un romance con el apasionado revolucionario cubano Julio Antonio Mella, Vivía sola cuando descubrió a Mella y se unió a él sin boda de por medio.
   El 7 de octubre de 1928 Diego Rivera asiste a un mitin presidido por Tina Modotti y Julio Antoni Mella organizado por la Liga Internacional Antifascista en contra del fascismo y de Musolini. Modotti presidió el mitin señalando el peligro que el fascismo para todos los pueblos a seis años e su ascenso al poder. El 7 de noviembre de1928 participa junto con Diego Rivera en el mitin por el XI aniversario de la Revolución Rusa, en la que hablaron Julio Antonio Mella, Siquiros y Rafael Carillo. El 28n de ciembre del mismo año toma parte e n la proesta contra la guerra entre Paraguay y Bolivia en la que el pintor Diego Rivera reveló las amenzas del rector de la UNAM contra e gurpo ¡30-30! Defendiendo a los trabajadores de la Escuela Libre de Pintura.
   El fogoso, inteligente y políticamente disciplinado Julio Antonio muere asesinado trágicamente el 10 de enero de 1929 en plena calle de dos balazos por la espalda por el agente del dictador Machado (11 de enero de 1929)  mientras Tina se encuentra a su lado. En Efecto, el 10 de enero de 1929  los esbirros del dictador cubano Gerardo Machado balacean por la espalada a Julio Antonio Mella, quien es trasladado ml herido a una clínica de la Cruz Roja y muere la madrugada del lunes. Una gran multitud acompañará sus restos desde el loca del PCM al Panteón de Dolores, deteniéndose en el Palacio Nacional, en la Facultad de Jurisprudencia y en la calle de Abraham González donde el líder comunista había sido abatido. Diego Rivera habló en el cementerio a nombre de la Liga Antimperialista, señalando la liga del dictador con los capitalistas de Wall Street que procuran absorber mediante su capital a los países latinoamericanos. Al mes de su muerte el Socorro Rojo Internacional organiza una velada, presidida por Tina Modotti junto a Diego Rivera, miembro de la comisión para investigar la verdad sobre el asesinato, quienes acusan a Valente Quintana, jefe policiaco en la ciudad de México, de ser cómplice en crimen político. Diego Rivera es estimulado por el suceso y despliega una activa militancia en el PCM fiel a la Tercera Internacional  -los cuales serían los últimos dentro del partido antes de su renuncia.
   El dictador de Cuba Gerardo Machado lo tenía en la mira pues lo consideraba un enemigo peligroso y por ello lo mandó matar. Ella experimentó un gran dolor por su muerte, no obstante es acusada de cómplice en el asesinato. Es muy famosa la instantánea de la máquina de escribir de Julio Antonio Mella, siendo la fotografía de Tina Modotti la rémington portátil de una estética singular, hecha con una óptica casi acética. Sin embargo, Modotti sufre un tremendo linchamiento moral por parte de los medios masivos de comunicación de la derecha inquisitorial, de la prensa especialmente,  culpándola de ser una mujer de dudosa decencia, una perdida, extranjera y comunista, haciendo un cuento en el cual ella era modelo, actriz de Hollywood y ante de artistas, insinuando algo sobre la posibilidad de un crimen pasional. Afirman los diarios mexicanos de derecha que gobierno de Cuba no tuvo nada que ver, que Mella había sido víctima de un crimen pasional, “digan lo que digan las juderías del bolchevismo moscovita”. Reveló la prensa que Tina Modotti, mujer de dudosa decencia, reaccionó con frialdad ante el trágico episodio y posteriormente, en sus declaraciones policiales, incurrió en contradicciones sospechosas.[3] Tina Modotti no está sola frente a sus inquisidores pues la acompañan, en la reconstrucción del asesinato de Julio Antonio Mella, de un brazo y del otro, sus camaradas Diego Rivera y Frida Kahlo, el inmenso buda pintor y su pequeña Frida, la mejor amiga de Tina, para probar la inocencia de Tina, quien es absuelta por el juez el 16 de enero. La policía difunde fotos que muestran desnuda su imperdonable belleza, mientras se inician los trámites para expulsarla de México.
















V






    El clima político del país se exacerbaba y las persecuciones de los opositores del régimen estaban a la orden del día. En este clima hostil, Tina lleva a cabo dos proyectos fundamentales para su obra, viaja a Tehuantepec donde realiza algunas fotografías que marcan un giro en su lenguaje formal que parece encaminarse a una forma más libre, y en diciembre lleva a cabo su primera exposición personal en la Biblioteca Nacional a instancias de Enrique Fernández Ledesma, director de la biblioteca, pareciéndole a su amigo David Alfaro Siqueiros "¡La primera exposición revolucionaria de México!"
   Hacia fines de 1929 escribe un breve manifiesto, “Sobre la fotografía”, el cual es publicado en la revista American Folkways en el número octubre-diciembre de 1930.[4] Se trata del resultado de la reflexión a la que se ve obligada con motivo de su exposición; una especie de balance de su vida artística en México ante la inminencia de su partida. Para 1929 ya se había desatado la represión contra los opositores al régimen viviendo en México hasta febrero de 1930 en que es expulsada del país acusada de participar en un complot para asesinar al presidente Pascual Ortiz Rubio.
   Primero se traslada a vivir a Nueva York, a la colonia de italianos, abriendo cerca de Washington Square un estudio fotográfico junto con su padre Guiceppe Modotti, el cual quebraría al poco tiempo, sin embargo conservó la relación constante en México con el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. . En abril de 1930 llega Berlín donde no encentra trabajo y ante la inestable situación política alemana viaja a Moscú en octubre de 1931, con la ayuda de Vitorio Vidali, incorporándose al Socorro Rojo Internacional, organización auxiliar de la Internacional Comunista, dedicándose de lleno al activismo político y abandona la fotografía y se liga al stalinismo internacional. Vittorio Vidali, oriundo de Trieste, Italia, utilizaba el seudónimo de Enea Sormenti. Era un agente enviado por Moscú a México, en 1927, con la misión de reformar las organizaciones del Partido Comunista Mexicano, así como la de coordinar las actividades regionales de Socorro Rojo Internacional desde México, organización comunista cuyo objetivo era el de recolectar y dar fondos a los prisioneros políticos de todo el mundo; al poco tiempo de su llegada a México, ya era miembro del Comité Central.
   Es entonces cuando se relaciona sentimentalmente con el comunista italiano Vitorio Vidali a quien conocía en el Partido Comunista Mexicano desde 1928, relación que va a durar de 1932 hasta su muerte en 1942. En 1934 viaja a Franca donde continúa su actividad política en la Alianza Antifascista Guiseppe Garibaldi. En 1939 se traslada a España para luchar por la Republica viviendo ahí hasta 1939 y relacionándose con La Pasionaria, con Ernest Heminway, con Robert Capa. Durante la Guerra Civil española se alista en el 5º Regimiento, trabaja en las Brigadas Internacionales con el nombre de María siendo reportera también de un periódico republicano.
   Regresa a México como asilada política en 1939 junto con Vitoria Vidali y colabora con el grupo Emigrados Políticos de México pues se ve obligada a emigrar de nuevo, con un nombre falso, ante la derrota de la República. De nuevo en la capital mexicana inicia con Vidali una vida alejada de sus viejos amigos artistas, hasta que la muerte la sorprende, sola en un taxi, el día 5 de enero de 1942, de un aparente ataque cardiaco a los 46 años de edad. Vitorio Vidali, al que se le descubren más de 400 asesinatos en Moscú y España, llegó a comentar que la fotógrafa era peligrosa para el stalinismo porque “sabía demasiado”.








[1] No sería la única vez que Diego Rivera incluyera una imagen de Frida Kalho en uno de sus murales. El pintor la tomó como modelo en cuando menos cuatro composiciones murales. La primea es la Balada de la revolución proletaria , en el piso superior de la Secretaría de  Educación Pública;  en El mundo de hoy y del mañana en el cubo de la escalera del Palacio Nacional aparecen Frida y su hermana Cristina; en el mural para la exposición de Goleen Gate en San Fráncico aparece en uno de los paneles vestida de Tehuana representando a Latinoamérica; aparece en el mural del Hotel del Prado, Sueño de una tarde dominical en la Alameda  posando el brazo derecho en el hombre de Diego Rivera niño quien da la mano a la clavera catrina de José Guadalupe Posada: por último, ;  Por su parte, Tina Modotti no escapó de ser su modelo, sirviendo para el grandioso desnudo que personifica a la tierra dormida en el testero de Chapingo.
[2] León Trosky, Literatura y Revolución. Parágrafo “Fotografías: síntesis arte tecnología”. El contraste ente la técnica y la naturaleza y la técnica como fuente de inspiración.
[3] Carlos Monsiváis, “La abolición de la culpa”, La Jornada, 21 de septiembre de 1995. Disponible en Internet: http://www.jornada.unam.mx/1995/09/21/monsi.html [con acceso el 24 de marzo de 2007]. Pino Cacucci, “Los motivos por los que asesinaron a Julio Antonio Mella”, La Jornada, México, 19 de junio de 2005. Disponible en Internet: http://www.fundanin.org/cacucci.htm [con acceso el 11de abril de 2007].
[4] Tina Modotti, “Sobre la fotografía: Introducción a la exposición de 1929 en la Biblioteca Nacional de México”, 1929. Disponible en Internet: http://www.librodenotas.com/almacen/Archivos/003588.html#003588 [con acceso el 23 de febrero de 2007].












2 comentarios:

  1. Sr. Espinosa Orozco. Lei su reseña y vi las fotos. Si bien me interesan los hechos que describe me inquieta darme cuenta que a estos escritos les hace falta una buena racion de edicion y revision. Aparecen parrafos repetidos, palabras cortadas, silabas cortadas, errores en nombres y en general una buena revision antes de publicarla. Las fotografias tambien se repiten y en ocasiones no se da cuenta del autor/a de dichas fotos. Que lastima que estos errores distraen al lector.

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  2. Se equivoca el autor de este artículo al mencionar el nombre del comunista cubano. Lo llama en varias ocasiones Juan cuando si verdadero nombre era Julio Antonio Mella.

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