Tina Modotti y Frida Kalho
Por Alberto Espinosa Orozco
I
La
fotógrafa italiana Tina Modotti (1896-1942), era discípula y compañera del
famoso fotógrafo estadounidense Edgard Weston y radicaba en México desde 1923
en calidad de refugiada luego de su expulsión de los Estados Unidos por sus
actividades subversivas. Su trabajo como fotógrafa fue muy apreciado por
artistas y editores, destacándose en su obra las imágenes que realizó de los
murales de José Clemente Orozco en la Preparatoria de San Ildefonso a partir de 1929
–fotografías que gustaron mucho en Nueva York, tanto por su intensidad como por
su selección y cuidado.
La artista
italiana no sólo había tenido una aventura amorosa con Weston, sino que en
México también fue querida del pintor mexicano Xavier Guerrero y posteriormente
amante del líder comunista Juan Antonio Mella, quien había llegado en 1926 a la ciudad de México
gracias a la colecta organizada por Arcadio Guerra, miembro de las juventudes
comunistas de la Preparatoria de San Ildefonso, con el objeto de que el joven
revolucionario cubano pudiera pagar su viaje desde Honduras donde realizaba una
activad de proselitismo, en la que se significó como un adversario jurado del
dictador Machado. Juan Antonio Mella, orador inspirado y extraordinariamente
apuesto, se integra de inmediato al movimiento revolucionario comunista
mexicano, colaborando en la revista El Machete y llegando pronto a ser
el secretario general del Partido Comunista. Un mal día, paseando Mella junto
con Tina Modotti, un agente de Machado lo asesina a media calle. Era el 10 de
enero de 1929. Alcanzó a decir unas últimas palabras a la fotógrafa: “Muero por la Revolución ”. Su imagen quedó como enmarcada en un destino
trágico y heroico: el del revolucionario puro y sincero que da su vida por el
ideal de la justicia.
La casa de
Tina Modotti había sido por esa época el centro de reunión de artistas y
estudiantes. Edward Weston la había retratado desnuda y sin ningún pudor,
representando Modotti la fe comunista y el ideal de la mujer revolucionaria,
libre de cuerpo y alma y de vida aventurera, ardiente y sin ataduras. Frida
Kalho, estudiante de la
Preparatoria , asistía a las tertulias de la italiana y pronto
cayó bajo su influencia, cambiando incluso su modo de vestir: falda y blusa
negra, tocada por un broche con la cruz y el martillo que le regala Tina. Es
también en su casa que conoce a su futuro esposo: el gigante Diego Rivera. En
uno de los frescos de la
Secretaría de Educación Rivera incluso hace figurar a Frida
Kalho al lado de Tina Modotti y de Julio Antonio Mella, distribuyendo armas a los
obreros –expresando con ello que el único verdadero lugar de la evolución era
el del arte y la cultura. (Diego Rivera, Balada de la Revolución Proletaria. Arsenal,
Fresco en la SEP. Serie
1923-1928).[1]
Tina
Modotti pertenecía a una familia de fotógrafos. Su tío Pedro Modotti había sido
precursor de la fotografía en vela en Udine y luego en la ciudad de San
Francisco. Su padre, fotógrafo también,
se asocia con su hermano y Modtti aprende con ellos el oficio de la
lente. El famoso fotógrafo Edward Weston tenía una relación amorosa con su
discípula, desde algún tiempo atrás, cuando ambos vivían en San Francisco. La
italiana era viuda y viaja junto con Weston a la ciudad de México en 1923 para
aprender con él las técnicas y el oficio fotográfico mientras cuida de
Chandler, el hijo de Weston. Pone un estudio en la calle de Veracruz mientras
Weston regresa a los Estados Unidos. Ella se queda en México, involucrándose
cada vez más en la política comunista, teniendo continuas aventuras amorosas
con el pintor Xavier Guerrero, pero también con Diego Rivera.
La
izquierda mexicana estaba por ese entonces integrada por algunas mujeres
destacadas: Belem de Zárraga, Graciela Amador, Luz Ardisana, Concha Michel,
María Vendrull, Olivia Zaldívar, Juana González. Tina Modotti se relaciona con
Lupe Marín formando parte del grupo de Diego Rivera, en el que se encuentran
para exposiciones, reuniones y veladas Lola y Germán Cueto, Xavier y Elisa
Guerrero, el Dr. Atl y Nahui Ollin, Roberto Montenegro, Adolfo Best-Maugard, Miguel
Cobarrubias y su hermana Rosa, Anita Brenner, Frances Toor, Orozco, Siqueiros y
Jean Charlot. La misma Moditti realiza unas extraordinarias fotografías de la
obra de José Clemente Orozco en la preparatoria de San Ildefonso de acusada
angulosidad arquitectónica. También fotografió los murales de Diego Rivera en
la SEP y en Chapingo –donde entabla una relación sexual con el pintor al
servirle de modelo. Hace retratos de Jean Charlot, Dolores del Río, Nahu Ollin
y colabora con la revista “El Machete”.
Por su relación afectiva con Xavier Guerrero se inscribe en el PC e inicia un
periodo de lucha social. Sin embargo, la verdad el ambiente artístico y
militante resultaba escandaloso por sus costumbres e ideas liberales sobre
todo, donde no faltaban ni la inquirida bohemia ni las intrigas. Es el tiempo
en que la gente cargaba pistolas y balaceaba los faroles en la avenida Madero
rompiéndolos todos y rociando la ciudad de balas por pura diversión.
Al
terminar los murales de la SEP e iniciar los de la Secretaría de Salud, Diego
Rivera empezó a recibir fuertes críticas del Partido Comunista Mexicano. Varios
de sus antiguos compañeros rompieron relaciones con él, al igual que su vieja
amiga y ante Tina Modotti, a pesar de que unos meses antes la había defendido
en el juicio que la acusó del asesinato de Julio Antonio Mella, ante el cual la
artista se mostró valiente, hermosa, serena y seria. Sin embargo Modotti es
expulsada de México posteriormente, al considerarla la policía cómplice del
intento de asesinato del presidente de la república Pascual Ortiz Rubio y viaja
a Berlín conservando la amistad de Manuel Álvarez Bravo y posteriormente pone
un pequeño estudio fotográfico en Wahinton Square, el cual quebraría poco
tiempo después.
Por su
parte Frida Kalho comenzó, en 1927, a frecuentar los medios artísticos
nacionales, especialmente los comunistas. Es entonces cuando el líder
estudiantil García del Campo, partidario de José Vasconcelos, presenta a Frida
con Julio Antonio Mella, el célebre militante cubano comunista que estaba
exilado en México, trabajando como editor y periodista del PC y que por
entonces vivía con la bella fotógrafa italiana Tina Modotti. Frida y Tina
simpatizaron en seguida siendo la joven e inquieta arrastrada por la fotógrafa
a las reuniones políticas y a las fiestas de los artistas de izquierda,
llegando Frida en esa época a inscribirse como militante del PC. Se trata de la
época en que Kalho ingresó, a instancias de Tina Modotti, a la Liga de Jóvenes
Comunistas, cuando Frida con apariencia de muchacho vestía de camisa caqui con
la estrella roja –cosa que Tina Modotti la reprochó y calificó de
esnobismo.
Frida
se vestía por entonces con una camisa caqui con la estrella roja exhibiendo a
todas luces su fe en la utopía marxista-leninista, a lo que Modotti le daba el
primer consejo de militante: “Camarada Frida, no se vista usted como
comunista”. Frida estaba completamente bajo la influencia de Tina, la joven
revolucionaria italiana que representa el ideal de la mujer libre, expresión a
la vez de belleza, energía y sinceridad absoluta. Le regala a Frida un broche
con la hoz y el martillo y usa las faldas y las blusas negras de Modotti. Frida
admira el ardor con que la revolucionaria pone su arte al servicio del pueblo,
y su cuerpo, mostrado sin ningún pudor en las fotografías de Weston. Sus fotos
son marcas de las penurias de la vida, destacando la imagen de una mexicana
llevando la vadera de la revolución, emblema del futuro. En 1927 le presenta al artista más famoso del
mundillo intelectual que goza además de la peor reputación: Diego Rivera. Frida
conocía a Diego Rivera de vista, y lo veía en casa de Tina Modotti y se empezó
a interesar por él una vez que disparar contra un fonógrafo. La misma Tina
Modotti le serviría como modelo para un panel de Chapingo, donde una mujer
desnuda aparece de espaldas peinada con un chongo sobre la nuca con la gracia
de una madona.
El
segundo encuentro de Frida Kalho con el pintor fue en 1928 en casa de la
fotógrafa italiana y militante comunista Tina Modotti, llamando su atención al
balacear un fonógrafo. En el grupo de artistas y revolucionaros reunidos en
casa de Tina, Diego Rivera es atraído por la belleza de la joven italiana y por
su vida aventurera, sin embargo, se encuentra también con Frida Kalho Para
entonces Frida había sufrido ya su trágico accidente, de cuyas consecuencias la
pintora sufriría a lo largo de su vida 31 operaciones más. Diego le duplicaba
la edad; el tenía 42 años y ella 21. En torno al pintor se había generado un
torbellino de políticos, intelectuales, artistas y dinero,, que atrae
irresistiblemente a las mujeres. Para ese entonces Rivera ha tenido ya cuatro
hijos y dos matrimonios: un hijo con Angelina Belof, Dieguito, que murió a la
edad de dos años; un hijo de su amante Marievna, Marieka, concebida durante la
algazara de la postguerra parisina y que Diego nunca reconoció, y las dos hijas
con Lupe Marín, con quien se había casado en 1923.
En el
año de 1927 Diego Rivera interrumpe su colosal trabajo en la SEP y parte para
Moscú invitado por el gobierno soviético y viaja como integrante de la
delegación mexicana en una comisión de obreros y campesinos para asistir al X
aniversario de la Revolución de Octubre. Rompe con su esposa Lupe Marín quien
vuelve a Jalisco con sus dos hijas, por un breve tiempo, luego de siete años de
vida en común. Lo tiró de los cabellos, desgarró sus dibujos y lo atacó a
puñetazos. La causa de la separación son los amoríos que Rivera sostuvo con
Tina Modotti, cuyas relaciones sexuales comenzaron en Chapingo cuando la
fotógrafa le sirvió de modelo. En Rusia el pintor Diego Rivera realiza un
retrato del Joseph Stalin, quien era por entonces general del partido. Se
entusiasma con el dictador del proletariado, con su físico violento y su
lenguaje impecablemente lógico y de tez sombría y caliente. Su propósito es
pintar un fresco en el Club del Ejército Rojo cuyo proyecto no se concretaría
por obstáculos burocráticos. Queda fascinado con las masas populares
organizadas y con los desfiles militares del aparato revolucionario. Inscrito
en el PCM al que ingresó a fines de 1922, obteniendo el carnet número 992,
Rivera contaba ya con una dimisión voluntaria, una readmisión y una expulsión
en 1928, sin embargo, ese mismo año, en mayo de 1928, el mismo PCM le pide que
regrese al país de inmediato -sin embargo, el Partido Comunista Mexicano, lo
expulsaría en julio de 1929.
Frida
se acercó a Diego Rivera a través de Tina Modotti después de una relación con
Alejandro Gómez Arias, su novio hasta 1928, orador y líder estudiantil que
lograra la autonomía universitaria y para quien había pintado su primer
autorretrato en 1926. Fue la propia Frida la que, luego de desastroso accidente
que sufriera en un tranvía quien, en cuanto le permitieron
caminar, fue con sus cuadros a buscar al pintor Diego Rivera a la SEP, pues
quería que Rivera le diera su honesta opinión de su obra y un consejo. No fue a
coquetear con el mujeriego, sino a mostrarle sus cuadros, pues tenía que
trabajar para ayudar a sus padres, para vivir y ganarse la vida. Diego acudió a
visitarla a su casa y a discutir la totalidad de su trabajo, pareciéndole una
pintora autodidacta, de originalidad para el retrato y de talento. Rivera
recordó que era la adolecente de doce años, la muchacha que había desafiado a
Lupe Marín en el auditorio y que Lombardo Toledano le señalara como una
muchacha indócil, la cabecilla de una pandilla de delincuentes juveniles que
alborotaban la escuela. Frida acosaba a Diego Rivera desde dos años atrás,
cuando éste pintaba los murales de la Secretaría de Educación Pública y con
toda confianza delante de Lupe Marín le decía “mi cuatacho”. A Lupe Marín, por
entonces esposa de Diego, le pareció una niña insolente y cuando lo acompañó a
visitarla en su casa atónita vio como aquella jovencita tomaba tequila como si
fuera un mariachi.
Empiezan los amoríos entre Diego, el ogro
devorador de mujeres, y Frida pata de palo, pues a raíz de la poliomielitis que
sufrió a los seis años tenía una pierna más corta y más delgada que la otra.
Frida le pidió que el siguiente domingo Rivera fuera casa de los padres de
Frida Kalho, en Avenida Londres 126, en Coyoacán. Frida lo recibió trepada en
un árbol vestida de overol y silbando “La Internacional”. A Rivera, falto de
sentimentalismo, le encantó en cambio su vivas presencia. Le enseñó tres
retratos de mujeres que gustaron a Diego por su energía expresiva y severidad,
que delineaban u carácter, con personalidad artística propia, sinceridad
plástica, de sensible y despiadada capacidad de observación. Al terminar sus
tareas en la SEP, Diego Rivera empezó a cortejar en serio a la paloma: ella tenía 21 años y el
tenía 42. Guillermo Kalho le advirtió sin embargo dese el primer momento que su
hija era un demonio. Entre los atractivos de Frida Kalho se encontraba el tener
un leguaje muy personal, ácido y chisporroteante, salpicado por el choteo
constante de la adolescente y las fantasías de la adolescente ensombrecidas por
la ironía y el humor negro. Su mente aguda y poco convencional le daban una
especie de natural arrojo y picardía que rechazaba la moral burguesa.
II
Assunta Adelaide Luigia Modotti nació el 17 de agosto de 1896 en la ciudad de Udine, Italia y murió en la ciudad de México en
1942. A los doce años trabaja en una
fábrica textil y posteriormente se hace estrella en el teatro italiano local. A
los 17, en 1913, parte hacia los Estados Unidos para encontrarse con su padre y
su hermana, quienes habían emigrado a California para trabajar. En 1917, a los
21 años, se casa con el poeta y pintor Riuax de l´Abrie Richey y al año
siguiente incursiona como actriz en las películas mudas en Hollywood y se
involucra con el ambiente bohemio de Los Ángeles.
En
1921 comienza una intensa relación con el fotógrafo Edward Weston al que le
sirve de modelo y en 1922 Rubaiux muere en la ciudad de México. Ella se refugia
entonces en Edward Weston y lo convence de que se queden a vivir en la ciudad
de México donde conoce al grupo de los muralistas mexicanos, quedando cautivada
por el renacimiento de la cultura en tierras aztecas. Junto con Weston la joven
viuda pone un estudio fotográfico creado por ambos y se ocupa de Chandler, el
hijo de su maestro, con lo que tiene un espejismo de familia. Del fotógrafo
estadounidense aprendió un tipo de composición cuidadosa y reflexiva a la que
siempre se mantuvo fiel. Desde un principio Tina privilegió la presentación de
objetos singulares, como flores, elotes,
copas, rosas, cañas, y en un tiempo se concentró en la representación de
la industrialización y la modernidad arquitectónica. Retrató por esa época a
amigos y desconocidos a manera de testimonio de la personalidad y condición
social de las personas. También registró eventos políticos y elaboró series con
la finalidad de construir emblemas del trabajo, de la maternidad, de la
revolución. Sus imágenes son sumamente apreciadas por su originalidad, pues sus
representaciones van más allá de la realidad pues para Modotti lo importante es
volverlas transmisoras de una idea, de un estado de ánimo o de una propuesta
política. En los pocos años que vivió en México la fotógrafa italiana supo
penetrar muy a fondo en la raíz y en la profundidad de México. Sus fotografías
ofrecen un espejo de grandeza a las cosas simples de cada día y a las sencillas
gentes que aquí trabajan con las manos (Manifestación
de trabajadores mexicanos, 1926;
Diego Rivera y Frida Kahlo con otros artistas en la marcha May Day en
1929; Distributing Arms, detalle del
mural de Diego Rivera en el Ministerio de Educación de Ciudad de México, donde
aparecen retratados Siqueiros, Frida Kahlo, Mella, Modotti y Vidali; 1928-29; Composición: mazorca, guitarra y canana,
México, 1928, que simbolizan la guerra y la libertad. Misery. 1928. Museum Folkwang, Essen, Germany).
Luego
del rompimiento amoroso con Weston éste regresa a los Estados Unidos
manteniéndose ella a la cabeza del estudio fotográfico, siendo acompañada por
épocas por su padre y su hermana. En casa de Lupe Marín se relaciona con la
élite cultural de México. Debido a la escandalosa explotación de los
trabajadores y de las calases pobres se convierte en activista revolucionaria.
Apoya abiertamente la lucha de Augusto Sandino y funda el primer Comité de Defensa de Víctimas del Fascismo
Italiano. Se relaciona con otros artistas mexicanos y entra a formar parte
del grupo Unión Mexicana de Artistas,
donde figuran Diego Rivera, David Alfaro Siquieros, Manuel Álvarez Bravo, Jean
Charlot, Blanca Luz Bloom, Adolfo Best-Maugard, Nahui Ollin y Frida Kalho.
III
En
1927 se afilia como miembro del Partido Comunista Mexicano. Su obra fotográfica
empieza a aparecer en revistas culturales: Forma,
American Folkways, El Machete, Creative Art. Colabora en la fundación del
Patronato-Italiano-Cubano-Mexicano. Se hace amante de Xavier Guerrero y tiene
un fugaz romance con Diego Rivera, mientras es envuelta por los movimientos
políticos de izquierda. Retrata los
nuevos edificios nacionales, el naciente proceso de industrialización mexicano
y la naciente modernidad arquitectónica, hace estudios de naturalezas muertas y
retratos de mujeres famosas (como Dolores del Río y Nahui Ollin), y asiste a
los eventos políticos. Trabaja
fotografiando, entre 1924 1927, el
Estadio Nacional y también retrata los murales en lo edificios públicos, los de
José Clemente Orozco en San Ildefonso y los de Diego Rivera en Chapingo con un
lenguaje westoniano –tomas que vendía en México y los Estados Unidos por medio
de Mexican Foolkweys, revista de la
que era la fotógrafa predilecta. Posteriormente Alma Reed vendería como
propaganda de la obra de Orozco las fotos de Modotti de la Escuela Nacional
Preparatoria, las cuales el pintor apreciaba por la calidad de sus vistas de
secciones, detalles y tomas vanguardistas, por el aprovechamiento de los
ángulos estructurales que deforma la visión en composiciones totalmente
innovadoras. Jean Charlot se encargaba de surtir las fotografías de Tina
Modotti a Orozco quien vivía por ese entonces en Nueva York.
Los
emblemas dominantes de su obra son por entonces: el trabajo, la maternidad y la
revolución. Artista cuidadosa y reflexiva cuyas composiciones fotográficas
abarcan desde la propuesta política hasta la idea pura, pasando por la
expresión de sus estados de ánimo. León Trosky la admiraba por buscar un arte a
la vez tecnológico y revolucionario, siendo su fotografía la de un minimalismo
vanguardista.[2] Retrata, es verdad, las cosas simples de cada día, los alcatraces,
las gentes sencillas que trabajan con sus manos. La mujer libre y
revolucionaria posee sin embargo un sofisticado sentido del diseño siendo su
contenido marcadamente político y social.
IV
Julio
Antonio Mella era un joven revolucionario cubano que viaja de Honduras a la
ciudad de México ayudado por Arcadio Guevara, quien organiza una colecta entre
los alumnos de la Preparatoria de San Ildefonso para ayudarlo a venir al país.
Fue el fundador del primer
Partido Comunista Cubano, junto con Carlos Ballio. Era un jurado adversario de Machado el dictador de Cuba. Expatriado a México en el año de 1926, en
razón de que había encabezado una huelga estudiantil en La Habana, a causa de
la cual fue arrestado; cuando su detención provocó una huelga general, se le
expulsó del país.
Era alto y apuesto,
por eso le decían el Adonis de la izquierda: de ojos verdes, herencia de su
madre irlandesa, y su cabello oscuro, grueso y rizado como el de su padre
mulato. Julio Antonio fue el seudónimo que Mella adoptó para sus actividades
políticas; en realidad se llamaba Nicanor MacPartland. Estudió derecho en la Escuela de Derecho, de la Universidad Nacional.
Era un gran orador y tenía la firme convicción de que estaba destinado a
liberar a Cuba de la dictadura. Rápidamente se convirtió en una figura
prominente entre los comunistas mexicanos. Fue
también un orador inspirado y romántico y extraordinariamente apuesto. Colaboró
con la revista “El Machete” llegando
a ser secretario general de Partido Comunista Mexicano. Todavía en Cuba Mella
escribía artículos donde denunciaba el colonialismo enmascarado de la isla en
relampagueantes discursos que enardecían al estudiantado de la Habana.
Denunciaba la dictadura burlándose de la decrepitud de la universidad cubana,
fábrica de profesionales con mentalidad de convento español de la colonia.
Encarna la imagen del revolucionario puro, sincero, que da su vida por el ideal
de la justicia. Organiza en México la lucha contra el dictador Gerardo Machado.
En
1927 Modotti conoce a Mella en la protesta por el asesinato de Saco y Vanzetti,
en Massachusetts, en el “Comité Manos
Fuera de Nicaragua” favorable a Sandino. En 1928 Tina Modotti sostiene un
romance con el apasionado revolucionario cubano Julio Antonio Mella, Vivía sola
cuando descubrió a Mella y se unió a él sin boda de por medio.
El 7
de octubre de 1928 Diego Rivera asiste a un mitin presidido por Tina Modotti y
Julio Antoni Mella organizado por la Liga Internacional Antifascista en contra
del fascismo y de Musolini. Modotti presidió el mitin señalando el peligro que
el fascismo para todos los pueblos a seis años e su ascenso al poder. El 7 de
noviembre de1928 participa junto con Diego Rivera en el mitin por el XI
aniversario de la Revolución Rusa, en la que hablaron Julio Antonio Mella,
Siquiros y Rafael Carillo. El 28n de ciembre del mismo año toma parte e n la
proesta contra la guerra entre Paraguay y Bolivia en la que el pintor Diego
Rivera reveló las amenzas del rector de la UNAM contra e gurpo ¡30-30!
Defendiendo a los trabajadores de la Escuela Libre de Pintura.
El
fogoso, inteligente y políticamente disciplinado Julio Antonio muere asesinado
trágicamente el 10 de enero de 1929 en plena calle de dos balazos por la espalda por el agente
del dictador Machado (11 de enero de 1929) mientras Tina se encuentra a su lado. En Efecto,
el 10 de enero de 1929 los esbirros del
dictador cubano Gerardo Machado balacean por la espalada a Julio Antonio Mella,
quien es trasladado ml herido a una clínica de la Cruz Roja y muere la
madrugada del lunes. Una gran multitud acompañará sus restos desde el loca del
PCM al Panteón de Dolores, deteniéndose en el Palacio Nacional, en la Facultad
de Jurisprudencia y en la calle de Abraham González donde el líder comunista
había sido abatido. Diego Rivera habló en el cementerio a nombre de la Liga
Antimperialista, señalando la liga del dictador con los capitalistas de Wall
Street que procuran absorber mediante su capital a los países latinoamericanos.
Al mes de su muerte el Socorro Rojo Internacional organiza una velada,
presidida por Tina Modotti junto a Diego Rivera, miembro de la comisión para investigar
la verdad sobre el asesinato, quienes acusan a Valente Quintana, jefe policiaco
en la ciudad de México, de ser cómplice en crimen político. Diego Rivera es
estimulado por el suceso y despliega una activa militancia en el PCM fiel a la
Tercera Internacional -los cuales serían
los últimos dentro del partido antes de su renuncia.
El
dictador de Cuba Gerardo Machado lo tenía en la mira pues lo consideraba un
enemigo peligroso y por ello lo mandó matar. Ella experimentó un gran dolor por
su muerte, no obstante es acusada de cómplice en el asesinato. Es muy famosa la
instantánea de la máquina de escribir de Julio Antonio Mella, siendo la
fotografía de Tina Modotti la rémington portátil de una estética singular,
hecha con una óptica casi acética. Sin embargo, Modotti sufre un tremendo
linchamiento moral por parte de los medios masivos de comunicación de la
derecha inquisitorial, de la prensa especialmente, culpándola de ser una mujer de dudosa
decencia, una perdida, extranjera y comunista, haciendo un cuento en el cual
ella era modelo, actriz de Hollywood y ante de artistas, insinuando algo sobre
la posibilidad de un crimen pasional. Afirman los diarios mexicanos de derecha
que gobierno de Cuba no tuvo nada que ver, que Mella había sido víctima de un
crimen pasional, “digan lo que digan las juderías del bolchevismo moscovita”.
Reveló la prensa que Tina Modotti, mujer de dudosa decencia, reaccionó
con frialdad ante el trágico episodio y posteriormente, en sus declaraciones
policiales, incurrió en contradicciones sospechosas.[3] Tina Modotti no está sola frente a sus inquisidores pues la
acompañan, en la reconstrucción del asesinato de Julio Antonio Mella, de un
brazo y del otro, sus camaradas Diego Rivera y Frida Kahlo, el inmenso buda
pintor y su pequeña Frida, la mejor amiga de Tina, para probar la inocencia de Tina, quien es
absuelta por el juez el 16 de enero. La
policía difunde fotos que muestran desnuda su imperdonable belleza, mientras se
inician los trámites para expulsarla de México.
V
El clima
político del país se exacerbaba y las persecuciones de los opositores del
régimen estaban a la orden del día. En este clima hostil, Tina lleva a cabo dos
proyectos fundamentales para su obra, viaja a Tehuantepec donde realiza algunas
fotografías que marcan un giro en su lenguaje formal que parece encaminarse a
una forma más libre, y en diciembre lleva a cabo su primera exposición personal
en la Biblioteca
Nacional a instancias de
Enrique Fernández Ledesma, director de la biblioteca, pareciéndole a su amigo
David Alfaro Siqueiros "¡La primera
exposición revolucionaria de México!"
Hacia fines
de 1929 escribe un breve manifiesto, “Sobre
la fotografía”, el cual es publicado en la revista American Folkways en el número
octubre-diciembre de 1930.[4] Se
trata del resultado de la
reflexión a la que se ve obligada con motivo de su exposición; una especie de
balance de su vida artística en México ante la inminencia de su partida. Para 1929 ya se había desatado la represión contra los opositores al
régimen viviendo en México hasta febrero de 1930 en que es expulsada del país
acusada de participar en un complot para asesinar al presidente Pascual Ortiz
Rubio.
Primero se traslada a vivir a Nueva York, a la colonia de italianos,
abriendo cerca de Washington Square un estudio fotográfico junto con su padre
Guiceppe Modotti, el cual quebraría al poco tiempo, sin embargo conservó la
relación constante en México con el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. . En abril
de 1930 llega Berlín donde no encentra trabajo y ante la inestable situación
política alemana viaja a Moscú en octubre de 1931, con la ayuda de Vitorio
Vidali, incorporándose al Socorro Rojo Internacional, organización auxiliar de
la Internacional Comunista, dedicándose de lleno al activismo político y
abandona la fotografía y se liga al stalinismo internacional. Vittorio Vidali,
oriundo de Trieste, Italia, utilizaba el seudónimo de Enea Sormenti. Era un
agente enviado por Moscú a México, en 1927, con la misión de reformar las
organizaciones del Partido Comunista Mexicano, así como la de coordinar las
actividades regionales de Socorro Rojo Internacional desde México, organización
comunista cuyo objetivo era el de recolectar y dar fondos a los prisioneros
políticos de todo el mundo; al poco tiempo de su llegada a México, ya era
miembro del Comité Central.
Es
entonces cuando se relaciona sentimentalmente con el comunista italiano Vitorio
Vidali a quien conocía en el Partido Comunista Mexicano desde 1928, relación
que va a durar de 1932 hasta su muerte en 1942. En 1934 viaja a Franca donde
continúa su actividad política en la Alianza Antifascista Guiseppe Garibaldi.
En 1939 se traslada a España para luchar por la Republica viviendo ahí hasta
1939 y relacionándose con La Pasionaria, con Ernest Heminway, con Robert Capa.
Durante la Guerra Civil española se alista en el 5º Regimiento, trabaja en las
Brigadas Internacionales con el nombre de María siendo reportera también de un
periódico republicano.
Regresa a México como asilada política en 1939 junto con Vitoria Vidali
y colabora con el grupo Emigrados
Políticos de México pues se ve obligada a emigrar de nuevo, con un nombre
falso, ante la derrota de la República. De nuevo en la capital mexicana inicia
con Vidali una vida alejada de sus viejos amigos artistas, hasta que la muerte
la sorprende, sola en un taxi, el día 5 de enero de 1942, de un aparente ataque cardiaco
a los 46 años de edad. Vitorio Vidali, al que se le descubren más de 400
asesinatos en Moscú y España, llegó a comentar que la fotógrafa era peligrosa para
el stalinismo porque “sabía demasiado”.
[1] No sería la única vez que Diego Rivera incluyera una imagen de Frida
Kalho en uno de sus murales. El pintor la tomó como modelo en cuando menos
cuatro composiciones murales. La primea es la Balada de la revolución proletaria , en el
piso superior de la Secretaría
de Educación Pública; en El mundo de hoy y del mañana en el
cubo de la escalera del Palacio Nacional aparecen Frida y su hermana Cristina;
en el mural para la exposición de Goleen Gate en San Fráncico aparece en uno de
los paneles vestida de Tehuana representando a Latinoamérica; aparece en el
mural del Hotel del Prado, Sueño de una tarde dominical en la Alameda posando el brazo derecho en el hombre de Diego
Rivera niño quien da la mano a la clavera catrina de José Guadalupe Posada: por
último, ; Por su parte, Tina Modotti no
escapó de ser su modelo, sirviendo para el grandioso desnudo que personifica a
la tierra dormida en el testero de Chapingo.
[2] León Trosky, Literatura y Revolución. Parágrafo “Fotografías: síntesis arte
tecnología”. El contraste ente la técnica y la naturaleza y la técnica como
fuente de inspiración.
[3] Carlos
Monsiváis, “La abolición de la culpa”, La Jornada, 21 de septiembre de 1995.
Disponible en Internet: http://www.jornada.unam.mx/1995/09/21/monsi.html [con
acceso el 24 de marzo de 2007]. Pino Cacucci, “Los motivos por los que
asesinaron a Julio Antonio Mella”, La Jornada, México, 19 de junio de 2005.
Disponible en Internet: http://www.fundanin.org/cacucci.htm [con
acceso el 11de abril de 2007].
[4]
Tina
Modotti, “Sobre la fotografía: Introducción a la exposición de 1929 en la
Biblioteca Nacional de México”, 1929. Disponible en Internet: http://www.librodenotas.com/almacen/Archivos/003588.html#003588 [con acceso el
23 de febrero de 2007].
Sr. Espinosa Orozco. Lei su reseña y vi las fotos. Si bien me interesan los hechos que describe me inquieta darme cuenta que a estos escritos les hace falta una buena racion de edicion y revision. Aparecen parrafos repetidos, palabras cortadas, silabas cortadas, errores en nombres y en general una buena revision antes de publicarla. Las fotografias tambien se repiten y en ocasiones no se da cuenta del autor/a de dichas fotos. Que lastima que estos errores distraen al lector.
ResponderEliminarSe equivoca el autor de este artículo al mencionar el nombre del comunista cubano. Lo llama en varias ocasiones Juan cuando si verdadero nombre era Julio Antonio Mella.
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