Vestigios de Memoria: La Aristocracia de
la Plata
La Fabulosa Historia de la Princesa
Tecuichpo Moctezuma Flor
de Algodón
Por Alberto Espinosa Orozco
I
Leonor
Cortés Mactezuma, casada con el descubridor y fundador de Zacatecas Juan de
Tolosa, fue hija de Doña Isabel Moctezuma (1501-1551), también conocida con su nombre
autóctono: Tecuichpo Iscayochitzin. La Princesa Tecuichpo fue la hija
predilecta del 9º Huey Tlatoani de México Tenochtitlán, Moctezuma Xocoyótzin (1466-29
de junio de 1520, quien reinó en el Anáhuac de 1502 a 1520), y de Tezalco Tecuichpo,
de Tonalco, quien a su vez era hija de Totoquihuatl, rey de Tlacopan o Tacuba.[1]
Tecuichpo nació entre de los dos primeros
años del siglo XVI y su nombre en náhuatl quiere decir “Hija del Señor” (tecuhi = señor, gobernante; e ichpochiti = doncella virgen; más el tzin, que es un sufijo reverencial; por
lo que Tecuichpotzin significa Hija del Señor, es decir Princesa), muy
acorde a su origen, pues además de ser hija de Moctezuma, su madre Tezalco Iscayochitzin
era hija del rey de Tlacopan, por lo cual Tecuichpo confirmaba su sangre noble
en las dos ramas de su ascendencia (heredando de su madre el nombre
Iscayochitzin, que significa Flor o Botón de Algodón; de ichcatl = algodón y xochitl
= flor, llamada también Iztaxochitl = Flor Blanca, de iztac = blanco).
La niñez de Tecuichpo trascurrió dentro de
la corte de su padre y compartió la gloria del poderío alcanzado por él y sus
predecesores, así mismo, gozó del especial cariño que le reservó como
primogénita y del cual existe testimonio, sin dejar por ello de someterse a los
rigores y severidad que la tradición y Moctezuma dictaban para la educación de
la juventud de su nación. Por heredar el segundo nombre de su madre,
Iscayochitzin, y también por su elevada educación y la suavidad de su carácter se le conoció en
el reino con el poético nombre de “Flor de Algodón” (Iscayochitzin), siendo
llamada luego de la Conquista por los españoles, al ser bautizada por
iniciativa de Hernán Cortés, Doña Isabel Moctezuma –probablemente en honor a la
reina Doña Isabel I de Castilla.[2]
II
Moctezuma Xocoyote tuvo numerosas esposas y
varias concubinas, estando durante la Conquista 50 de ellas embarazadas,
contando con más de 100 hijos, aunque sólo 19 de ellos se consideran hijos
legítimos.
Su favorito fue el príncipe Atzayacátl
Chimalpopoca, heredero al trono, quien murió estando preso por los españoles en
su huida de Tenochtitlán, en la fatal jornada del 30 de junio de 1520 conocida
como la Noche Triste.[3] De
las mujeres su favorita fue la primogénita Tecuichpo, Flor de Algodón. Antes de
su
muerte del monarca, entre los días 27 y 28 de junio de 1520, sintiéndose el
emperador Moctezuma ya perdido encargó a Hernán Cortez que mirase por el
cuidado de sus cuatro hijas predilectas, Doña Ana, Doña María, Doña Marina y
Doña Isabel Tecuichpo, encomendándole especialmente a ésta última. Al
precipitarse los acontecimientos con la catastrófica retirada de los españoles
de Tenochtitlán por la calzada de Tacuba un par de días más tarde en la llamada
“Noche Triste”, Doña Ana se perdió al igual que Doña María, muriendo en la
debacle el príncipe Atzayácatl Chimalpopoca, pudiendo escapar con vida Doña
Isabel, Doña Marina y el príncipe Pedro, y reunirse con los suyos.[4]
Dos de los hijos más importantes de
Moctezuma sobrevivieron al primer asedio a la ciudad de Tenochtitlán, el
príncipe Pedro e Doña Isabel Moctezuma, a quienes Hernán Cortés otorgó la más
grande encomienda del Anáhuac, que incluía una parte del actual Centro
Histórico.[5]
Por su parte, Pedro de Moctezuma, llamado originalmente Tlacahuepantzin
Yohualicahuacatzin, murió en 1570, descansando sus restos en la Iglesia de
Santo Domingo. Su hijo Diego Luis Moctezuma fue llevado a España por órdenes de
Felipe II, casándose con la noble Francisca de la Cueva y Valenzuela, muriendo
en Valladolid en 1606. Felipe IV nombró al hijo de Diego Luis, Pedro Tesifon, I
Conde de Moctezuma, en 1624. La III Condesa de Moctezuma se casó con el Virrey
de la Nueva España José Sarmiento de Valladares y Arnés. El título nobiliario
persiste en España, y se calcula que hay 350 descendientes de la sangre
Moctezuma en España y unos 600 más en México.
III
La vida de Tecuipcho Isabel Moctezuma, Flor
de Algodón, no podía haber sido más azarosa, pudiéndose calificar de novelesca,
desgraciada e incluso trágica, constituyéndose finalmente en una fuerte
personalidad histórica. Casó formalmente a los 20 años de edad con el hermano
de su madre e hijo de Totoquihuatl, rey de Tlacopan, de nombre Altiscatl,
guerrero militar que murió en las vísperas de la Conquista.
Cuando Tecuichpo escapo de la cautividad a
la que estaba sometida por parte de los españoles el día de la Noche Triste,
fue resguardada por la milicia del Anáhuac y dada en matrimonio Cuitláhuac (“Quien ha sido encargado”), hijo del rey Tlatoani Atzayacatl, y
Tlatoani el mismo de Iztapalapa, sucesor legítimo al trono y 10mo emperador
Azteca, quien sin embargo reinó fugazmente, pues murió apenas un par de meses
más tarde, picado de viruela, en la primera gran epidemia del año de 1520.
Tecuichpo fue entonces dada en matrimonio al
Tlatoani Cuauhtémoc, Señor de Tlaltelolco, hijo del emperador Ahizote y primo
hermano de Moctezuma Xocoyotzin, el famoso héroe mexica, quien con la llegada
de los españoles se convirtió en Jefe de Armas (Tlacatecutli) para reorganizar
el destrozado ejército
mexica. Asumió el poder como 11avo y último emperador azteca, cuando los
españoles fueron expulsados de Tenochtitlán, ante una ciudad devastada por el
hambre, la viruela y la falta de agua potable. Luego de un año de expulsados
los españoles regresaron, acompañados de más de 100 mil aliados indígenas,
muchos de ellos tlaxcaltecas.
Cuauhtémoc fue vencido por los
conquistadores y capturado el 13 de agosto de 1521, luego del sitio de 90 días
sobre Tenochtitlán, atrapado en un cerco en Tlaltelolco, en una gran canoa
junto con Tecuichpo, parte de su familia y allegados guerreros, cuando fue
alcanzado por un bergantín español comandado por García Holguin. El Huey
Tlatoani perdió ese día para siempre junto con la
ciudad a su esposa Tecuichpo Iscayochitzin, Flor de Algodón, hija del Huey
Tlatoani Moctezuma Xocoyote. Tecuichpo quedó en manos de los españoles, siendo
bautizada con el nombre castellano de Isabel. Cuauhtémoc pidió ser llevado ante
Malinche, o Guatemuz, como llamaban los indios a Hernán Cortés, refiriendo el
Conquistador en su 3ª Carta de Relación, que el emperador depuesto llevo su mano
hasta el cuchillo que portaba en su cintura y diciéndole que habiendo hecho
todo lo posible por su ciudad sólo restaba que lo matara. En el Canto Tlaxcalteca acerca de la Conquista,
incluido en los Cantares Mexicanos se dice que Cuauhtémoc con otros de los
suyos fue llevado a Coyoacán, donde con ojos incrédulos vio a su esposa
Tecuichpo sentada junto al Conquistador, a lo que el héroe mexica inquirió
atónito:
“¿Quién eres tú, que te sientas junto al Capitán general?
¡Ah, es Doña Isabel, mi sobrina!
¡Ah, es verdad, prisioneros son los reyes!
Por cierto serás esclava, serás persona de otro:
Será forjado el collar, el quetzal será tejido en Coyohuacán.” [6]
Al quedar Cuauhtémoc preso en la intrincada
corte nobiliaria del Conquistador, se eliminó el último bastión de la
resistencia nahua, verificándose la caída
definitiva de México Tenochtitlán. Cortés lo mantuvo vivo por razones
estratégicas, y para que los indios ayudaran en la limpieza y reconstrucción de
la ciudad, sin embargo, contando con la anuencia del tesorero Juan de Alderete
ordenó su tormento en ese mismo año, sufriendo Cuauhtémoc junto con su primo,
el cacique de Tacuba Telepanquetzalzin, los rigores de las llamas en las palmas
de las manos y plantas de los pies, a causa de lo cual, a pesar de ser curado
por el doctor Cristóbal de Ojeda, quedó cojo y tullido.
Con la idea de cristianizarlo, le dieron
los españoles el nombre de Hernando Alvarado Cuauhtémoc, siendo presumiblemente
su padrino el mismo Pedro de Alvarado. Estando Cuauhtémoc preso y atrapado en
la corte que rodeaba al Conquistador Hernán Cortés, éste aprovechó la
oportunidad y tomó a Isabel Flor de
Algodón llevándola a su casa particular de Coyoacán para hacerla suya, donde la
mantuvo en la humillante condición de concubina, haciéndola convivir con sus
otras amantes. Cortés tuvo que marcharse
de la nueva ciudad de México por él conquistada, y antes de perder el cargo de
Gobernador de la Nueva España por la llegada del Visitador Luis Ponce de León,
dejó a Isabel, como su última orden de gobierno, la encomienda de Tacuba, o
Señorío de Tlacopan, de la que el Conquistador se había apropiado en 1521,
dándola a cambio en matrimonio a Alonso de Grado el 25 de julio de 1526.[7] Al
poco tiempo Hernán Cortes regresó a la capital de la Nueva España para
enfrentar un interminable juicio de residencia.
Ya reducido Cuauhtémoc en el Tecpan y luego
de más de cuatro años de haber sido integrado forzosamente a la corte del
Conquistador, fue llevado en una enorme expedición a Hibursas (Honduras), en
persecución de Cristóbal de Olid. Cortés lo mandó asesinar, so pretexto de una
conspiración y por traición del indio Mexicalcingo, más que nada por temor de
un levantamiento, según refiere el mismo Cortés en su 5ª Carta de Relación. Fue ahorcado junto con su primo
Telepanquetzaltzin el 28 de febrero de 1525, en la región maya de Taxcalá,
Campeche, o tal vez en Itzancanath, Tabasco.[8]
Pagaría caro Hernán Cortés la indignidad de tal proceder, pues estando borracho
entrego en Coatzacoalcos a Doña Marina (Malitzin) a un tal Juan Jaramillo, conjurando a partir de
aquel día su mala suerte.
IV
En efecto, por decreto de Hernán Cortes el
26 de julio de 1526 se le otorgó a Tecuichpo la extensa encomienda, beneficios
e ingresos del pueblo de Tlacopan, en Tacuba, y de los pueblos sujetos, los
cuales contaba con más de 1240 casas y 6 mil habitantes, siendo la más grande
encomienda del valle de México, tierras que por derecho natural pertenecían a los
descendientes de Moctezuma, descargando de tal manera Cortés y el rey de España
sus conciencias por haberse apropiado de tierras que no les pertenecían.[9] Se
cuenta que la casa residencial de Tecuichpo Isabel se encontraba en los límites
del extremo norte de la isla de Tenochtitlán, terrenos donde a inicios del
Siglo XX fue construido el Palacio Postal de Correos, en la
calle de Tacuba # 1del Centro Histórico.[10]
Tecuichpo contando con 26 años de edad y
tres veces viuda fue, como repito, dada por Cortés en matrimonio, contrayendo
sus cuartas nupcias con Alonso de Grado, hidalgo extremeño de Alcántara, el 28
de febrero de 1526, mismo año en que fue designado por el conquistador Hernán
Cortés con el cargo de Visitador General
de la Nueva España, más que nada para alejarlo manteniéndolo en provincia. Al
poco tiempo fue acusado ante la Audiencia Real de maltrato y crueldad con los
indios. Alonso de Grado murió en 1527 de forma desconocida y sin dejar
descendencia.
Fue en ese tiempo que, aprovechando las
circunstancias, Cortés tomó a Tecuichpo
como amante y la embarazó. De esa relación nació en 1527 una hija, de nombre
Leonor Cortez Moctezuma, bajo circunstancias, para decir lo menos, hostiles,
por lo que de inmediato fue repudiada por su madre Doña Isabel, por haber sido
tomada a la fuerza. Al ser rechazada Leonor, el Conquistador optó por dar la
niña recién nacida para su cuidado al tesorero de la Nuevas España, el licenciado Juan de Altamirano, primo
político de Cortés. La hija natural de Cortés y de Flor de Algodón, Leonor
Cortés Moctezuma, nació así en
condiciones extremas, siendo sin embargo un símbolo de la nueva nobleza, fusión
de dos razas, y del inevitable mestizaje por venir.
Poco después, en 1527 Copo de Algodón casó
por quinta ocasión con Pedro Gallego de Andrada, un extremeño natural de
Barranquillos, Badajoz, un hombre gracioso y decidor llegado al Nuevo Mundo con
Pánfilo de Narváez en 1529. Tecuichpo vivió con él en San Luis Potosí, en
Barragán del Valle del Maíz, teniendo el matrimonio un hijo de nombre Juan
Gallego Andrada de Moctezuma, el primer hijo legítimo de la princesa. Pedro
Gallegos murió dos meses después, en 1530, bajo circunstancias poco explícitas.
El hijo legítimo de ese matrimonio, Juan Andrada de Moctezuma, heredero del
principado de Tlacopan, luego de un interminable litigio por la encomienda en
contra de la familia Cano, terminó por marchar a España, muriendo en Sevilla en
1577.
Luego de la muerte de Pedro Gallego,
Tecuichpo Flor de Algodón, viuda por quinta ocasión, contrajo finalmente sus
sextas nupcias, pero en esa ocasión por su propia voluntad, en 1532 con Juan
Cano de Saavedra (1502-1571), extremeño de Cáceres, hombre reposado y
convenenciero, quien también había llegado en la expedición de Pánfilo de
Narváez. Con Juan Cano engendró cinco
hijos, que es la rama de los Cano Moctezuma: Pedro Cano, Gonzalo Cano de
Moctezuma, Juan de Moctezuma, Isabel de Jesús y Catalina de San Miguel –a la
muerte de su madre éstas dos últimas fuero monjas, entrando a un convento como
novicias con votos de pobreza, pues renunciaron a su dote de 4 mil pesos oro,
siendo fundadoras del Convento de la Inmaculada Concepción de la Ciudad de
México. El hijo de Gonzalo Cano se llamó Diego de Moctezuma.
Desde un principio contrario a Cortés, Cano
ocupó algunos cargos públicos y se dedicó al negocio de la leña y a la
explotación de la madera. Se ocupó también en defender los derechos de su
esposa Copo de Algodón, entrevistándose en 1532 con el obispo Fray Juan de
Zumárraga con tal motivo y en referencia a la parición de la Virgen de
Guadalupe en el Tepeyac.
Posteriormente Juan Cano viajó en 1542,
acompañado de su hijo Juan Cano de Moctezuma, a España para hacer los derechos
de posesión y hereditarios del Señorío de Tlacopan ante la Corona, regresando
sin haber alcanzado éxito. De regreso, en Santo Domingo, fue entrevistado por
el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, donde puso de manifiesto como Doña
Isabel era “señora de todas sus cosas”, mujer inteligente, culta, rica,
respetable y ejemplar, quien teniendo varios esclavos y esclavas a su servicio
se había cristianizado sinceramente, rindiendo devoción a Nuestra Santa la
Virgen María, a quien tomó como abogada, ayudando por su religiosidad a evangelizar
y dar reposo al ánimo de los antiguos mexicanos. En Tlacopan se le rendían
tributo y pleitesía a la manera antigua y tenía gran influencia sobre los
indios de México, quienes más que como una princesa la veían como una reina
–asociándola a la Diosa Madre Tonantzin.
Atenta al las historias de la aparición de
la Virgen María en Guadalupe, Extremadura, fue testigo del nacimiento del mito
mexicano de la Virgen de Guadalupe, siguiendo de cerca las historias de las
apariciones de la Guadalupana en el cerro del Tepeyac, tiempo en que por medio
de su esposo Juan Cano se relacionó con el obispo fray Juan de Zumárraga.
V
Tecuichpo Isabel Moctezuma, Flor de
Algodón, encomendándose a la Virgen María Señora y Abogada, murió en el año de
1551, luego de una existencia azarosa de medio siglo, en la que fue testigo de
la destrucción de un imperio y del nacimiento de una nueva civilización,
quedando en gran medida atrapada en un mundo de relaciones de poder, pero
jugando a la vez un esencial papel político-religioso en la conformación de la
nueva nación, dando lugar al inicio del gran fenómeno del mestizaje, raíz de la
idiosincrasia americana.[11]
Contribuyo grandemente a la edificación de Convento de San Agustín,
donde al morir en 1551 fueron sepultados sus restos (edificio que sería luego
de la ley republicana de secularización de 1853 la Biblioteca Nacional, República de
Uruguay N° 69 esq. Isabel La Católica).
A la muerte de Tecuichpo, casada en seis
ocasiones, tres de ellas con nobles autóctonos y tres más con extremeños que
vinieron a la conquista, le sobrevivieron su último esposo y sus siete hijos,
prolongándose con ellos la sangre noble del emperador azteca Moctezuma
Xocoyote. El
testamento de Tecuichpo redactado en 1550 fue dado para su ejecución al
licenciado Juan de Altamirano, quien a la sazón era el jefe de innumerables
propiedades de Hernán Cortés.[12]
La última voluntad de Tecuichpo fue
instrumentada con poder amplísimo por Juan de Altamirano, Andrés de Tapia y
Alonso de Bazán, la cual consistía en
otorgar la libertad a sus esclavos indios; ordenar misas, mandas pías y
limosnas para el descanso de su alma y conciencia, dedicando a ello un quinto
de sus bienes; pagar deudas y salarios a sus criados, manifestando que cuando
casó con Juan Cano no tenía ni dinero, ni bines muebles, sólo indios y pueblos.
A sus hijas Isabel y Catalina heredó sus alhajas, paños, vestidos, ropa de cama
y alfombras. A su primogénito Juan de Andrada dejó el mayor mayorazgo de
Tacuba. A Gonzalo Cano los pueblos de Coyoacaque, Chapuluacaque, Coaponaya y
Tepeyanuca. De faltar éstos, dejaría tales propiedades a sus hijos Pedro y Juan
Cano. De recuperarse los bienes tomados por la corona española, debería
repartirse éstos por partes iguales a sus cinco hijos de Juan Cano y a Juan de
Andrada, no dejando nada para Leonor Cortés Moctezuma, sino apenas alguna
pensión. El testamento fue leído ante la Audiencia Real y en casa de Alonso de
Basán en diciembre de 1552.
VI
Juan Cano, apoyado por Pedro Cano, pidió
revocar el auto e inició un largo litigio que duraría 50 años contra Juan de
Andrada por la posesión de la encomienda de Tacuba, siendo representado por
Francisco Escobar. Juan de Andrada, por
su parte, pedía la encomienda de Tacuba no se fraccionara, pues así no servía
para gobernar, siendo representado por Juan Salazar. La sentencia de la real
Audiencia determinó que todos los hijos tenían derecho, liberando así de la
demanda interpuesta por el fiscal en favor de Juan de Andrada y su hijo Pedro
de Andrada, quienes fueron representados por Alonso de Herrera, contraatacando
y pidiendo que se les respetara su mayordomía, dejando sin parte alguna a Juan
Cano e hijos, restituyendo los bienes dados a ellos, frutos y rentas a favor de
Juan Andrada, a lo que Juan Cano, representado por Pedro del Castillo, alegó
que los bines debía repartiste a todos los hijos por partes iguales. El Consejo
Real de Indias ratificó el auto de Audiencia de México, dando posesión indivisa
a Juan de Andrada del pueblo de Tacuba. La cedula final se expidió el 15 de
junio de 1583, invalidando la demanda de Pedro Cano en contra de Juan de
Andrada, ya fallecido, considerándose la cosa como juzgada.
Juan Andrada se distanció de su padrastro y
hermanastros, y luego de 20 años de litigió sólo obtuvo una sexta parte del
pueblo de Tacuba, marchó a vivir a Sevilla, España, acompañado de su familia, y
aventurándose en los negocios fracasó, motivo por el cual estuvo preso dos
años. Murió en Sevilla en 1577 dejando a cinco hijos como herederos, los que
luego ingresaron a la nobleza española como los Condes de Miravalle.
Por su parte Juan Cano de Moctezuma marchó
con su padre Juan Cano a España en 1551, a la ciudad de Cáceres donde éste
tenía sus propiedades. El tercer varón de su
matrimonio de Doña Isabel con Juan Cano de Saavedra, Juan Cano Moctezuma, casó en
España con una mujer de Cáceres, Mariana Elvira de Carbajal y Toledo,
con quien tuvo dos hijos: Juan Moctezuma y Pedro Moctezuma, estableciendo un
mayorazgo que dio en herencia a su primogénito. A
su nieto Juan Toledo Moctezuma tocó remodelar un suntuoso palacio medieval de
estilo renacentista, reedificándolo en el siglo XVII, al que pusieron el nombre
de Palacio
de Moctezuma -que hoy en día alberga en su interior las dependencias
del Archivo
Histórico Provincial de Cáceres, emparentando su familia con los Duques
de Abrantes y Linares y con los Condes de la Enjarada, derivándose las familias
Moctezuma Toledo y Carvajal y Vivero, varios de cuyos miembros fueron admitidos
en las órdenes militares españolas.
Gonzalo y Pedro Cano se casaron y pasaron a
formar parte de la nueva nobleza mexicana pasando sus vidas sin mayor nota ni
gloria en la Ciudad de México. Isabel y Concepción, después de la muerte de su
madre ingresaron como novicias al Convento de la Inmaculada Concepción de
María de la Ciudad de México, donde sólo se admitía a las hijas
legítimas de los conquistadores, pero debido a su dote de 4 mil pesos, su saber
leer y escribir y manejar los números, se abrieron para ellas las puertas del
convento, haciendo votos de pobreza y renunciando a sus rentas.
VII
Por su parte Leonor Cortés Moctezuma siguió
bajo el cuidado de Juan Altamirano hasta el año de 1550, cuando casó con Juan
de Tolosa, con quien tuvo un hijo que posteriormente tomó los hábitos y se
convirtió en Vicario de Zacatecas. El
descubridor de las minas de plata en Zacatecas, Juan de Tolosa, llamado por los
naturales “Barbaslargas”, vivió con Leonor Cortés en Nochistlán, cerca de
Aguascalientes. El matrimonio engendró tres hijas más: Leonor, Isabel y Juanita
Tolosa Cortés Moctezuma. Doña Leonor Tolosa Cortés
Moctezuma casó con Juan de Oñate, el futuro conquistador y gobernador de Nuevo
México; otra hija del matrimonio, Doña Isabel, casó con Cristóbal de Zaldívar,
emparentando con la familia notable de mineros de la frontera sur de Nuevo
México; por último Doña Juanita
Tolosa Cortés casó con el minero zacatecano Mauricio de Oñate Salazar.
[1] Los Huey
Tlahtoqueh Aztecas reinaron en el valle del Anáhuac de 1366 a 1525. De
1376-1396, Ācamāpīchtli o “El que empuña la caña”; de 1396 a1417, Huītzilihuitl
o “Pluma de colibrí”; de 1417 a1427, Chīmalpopōca o “Escudo que humea”; de 1428
a 1440, Ītzcóātl o “Serpiente de obsidiana”; de 1440 a 1469, Motēcuhzōmā
Ilhuicamīna o “Señor encolerizado”; también “flechador del cielo”; de 1469 a
1481, Āxāyacatlo “Cara de agua”; de 1481-1486, Tīzoco “Pierna enferma”;
1486-1502, Ahuízotl o “Espinas del
río”; 1502-1520, Motēcuhzōmā
Xocoyotzīn o “Señor encolerizado”, “el chico”; 1520-1520, Cuitlahuac o “El que
ha sido encargado (de algo)”; 1520-1525, Cuāuhtemōc o “Águila que cae sobre su
presa”.
[2]
Durante mucho tiempo se
creyó que Tecuichpo había nacido en el año de 1509, como consta en varios
artículos: Rodrigo Martínez, “Doña Isabel Moctezuma, Tecuichpotzin 1509-1551”.
Revista de la Universidad. Recientemente se ha descubierto que en realidad
nació en 1501 o 1502.
[3] No debe
confundirse al hijo de Moctezuma Xocoyote con los dos emperadores de los que
heredó sus nombres: el Huey Tlatoani Atzayácatl
(“Cara de Agua”, 1469-1481), el sucesor de Moctezuma I y padre de
Moctezuma II, quien fue el 6to emperador Azteca; y el Huey Tlatoani
Chimalpopoca (“Escudo que Humeante”), quien fue el 3er emperador de los aztecas
(de 1417 a 1427), subordinado a los tepanecas de Atzcapotzalco, y sobrino de
Tezosomoc.
[4]
Bernal Díaz del castillo, Historia
verdadera de la Conquista de la Nueva España. Ed. Del Valle de México. Pág.
270.
[5] Los
descendientes de Pedro Moctezuma, Condes de Miravalle, fundaron por su parte
una rama en Granada, España, estando en México relacionados con la familia
Acosta. Hay una novela del historiador
Eugenio Aguirre, Isabel Moctezuma. Planeta, 2011, México.
[6] Cantares Mexicanos.
Versión de Ángel maría Garibay.
[7] Apenas hace falta insistir en la
importancia de Tlacopan para el reino azteca, ya que junto con Texcoco y Tenochtitlán habían formado la poderosa
Triple Alianza.
[8] Es conocido el mural "Cuauhtémoc contra el mito" de David
Alfaro Siqueiros (1944). Este trabajo mixto se encuentra en lo que queda del
Tecpan, sitio en que habitó Cuauhtémoc luego del 13 de agosto de 1521 a la
caída de México Tenochtitlán. “El Tecpan” es un edificio construido inmediatamente
después de consumada la conquista de México-Tenochtitlán. Su finalidad era
controlar el comercio del gran mercado de Tlatelolco. También funcionó como
casa de gobierno pues Hernán Cortés ordenó que Tlatelolco fuera tierra de
indígenas, que en los primeros años de
la Conquista fue señorío de indígenas gobernado por Cuauhtémoc. Este edificio
actualmente aloja el mural de David Alfaro Siqueiros "Cuauhtémoc contra el mito"
de 1944. Tenía Siqueiros un cierto sentido surrealista ante el horror de la
debacle y de lo monstruoso, por un lado una cabeza de Giorgio de Chirico ahí
tirada sin propósito alguno, por el otro esa escena mítica en verdad convertida
en esperpento de carnicería, que tiene algo de infecto circo postmoderno, con
ese caballo máquina fusilado de Orozco, tan deforme que resulta grotesco,
descompuesto, hiriente, en un revoltijo de modernizante grandeza degradada.
Siqueiros fue tan artista como gran demagogo de las martas, no menos que un
sonado vividor napolitano. Siqueiros intenta recrear el movimiento de las
figuras, de acuerdo a la estética futurista italiana, apareciendo a la derecha
y en primer plano está Cuauhtémoc empuñando las armas oponiéndose a la
destrucción de su civilización a manos de los conquistadores españoles, éstos últimos
son interpretados como centauros cuyas fuerzas son la religión y las armas de
fuego (arriba e izquierda). Debajo de las patas del caballo está la cabeza de
un indígena decapitado y de frente aparece el símbolo pétreo de Quetzalcóatl.
No sería la última vez que Siqueiros se ocupo del héroe mexica: en 1945 pinto
un mural transportable para el Palacio de Bellas Artes, titulado “Tormento
de Cuauhtémoc”.
[9] Le encomienda
de Tlacopan incluía los poblados de Azcapotzaltongo, Yatexe, Izqui, Luca, Izgulua,
Chimalpan, Capulmaloyan, Loya, Xilocingo, Escapultango, Olacaque, Ocozacac,
Coetepec, Tolango, Telasco, Goatrizo, Tasula y Macuilsuchil. A ña muerte de
Tecuipchpo sus hijos se repartieron sus inmensas propiedades o las vendieron.
Resalta la propiedad de Ximilpa, adquirida por Lorenzo de Tejada en 1541, la
cual abarcaba gran parte de Chapultepec. En 1645 se fundó sobre ese terreno la
Hacienda de los Morales, llamada así por sus árboles de moras. En 1880 fue
comprada por el matrimonio formado por Eduardo Cuevas y Anna Lascurain,
formando con la extensa propiedad las colonias Ansures, Santa Julia, las Lomas
de Chapultepec y Polanco, quedando el casco de la hacienda como un exclusivo
restaurante. .
[10] En 1761 se
construyó ahí el Hospital de Terceros de San Francisco u Hospital Real de Nuestra Señora de la Pura y Limpia
Concepción, en las calles de Santa Isabel, San Andrés y Callejón de la
Condesa, el cual funcionó un durante todo un siglo auxiliando a los
franciscanos, hasta 1863. Cuando por la “ley de secularización” republicana
pasó a manos de particulares, siendo por un tiempo Oficinas del Imperio, y
luego Escuela de Comercio y sede de la Sociedad de Geografía y
Estadística, antes de que el antiguo edificio fuera demolido en 1900 para dar paso a la construcción
del nuevo Palacio Postal de México, conocido como la Quinta Casa de Correos,
diseñado y levantado por el arquitecto e ingeniero italiano Adamo Boari de 1902
a 1907.
[11] Ver el artículo Tecuichpo-Isabel
Moctezuma. de Maru Herrera, en Palabra de Clío,
Blog de la Asociación de Historiadores Mexicanos de la Palabra de Clío. Martes
30 de agosto de 2011.
[12] “Litigio
sobre la propiedad de tierras y pueblos de Atzcapotzalco y Tacuba, por parte de
los descendientes de Isabel Moctezuma. Testamento de Tecuichpo”. Boletín del Archivo General de la
Nación. 4ta serie. Otoño de 1995. Pago 197 y sigs.
Muy interesante, pero hay una falla en algunas partes del texto, por ejemplo: Hibursas no es así, es Hibueras, hay más pero bueno, ojalá corrijan. Por otra parte, gracias por la información.
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