martes, 19 de enero de 2016

La Escuela Purista de los Nazarenos Alemanes Por Alberto Espinosa Orozco

La Escuela Purista de los Nazarenos Alemanes 
Por Alberto Espinosa  Orozco





   Perugio, Pintoruchio y el primer Rafael Sanzio fueron los maestros serios, graves, espirituales que sirvieron de modelo a la hermandad de los Nazarenos alemanes en Viena y Roma y luego en Múnich, escuela modernista cuyo romanticismo y purismo esteticista  irradió a mediados del Siglo XIX en Italia, opuesta al academicismo neoclásico reinante,  y de la que participaron algunos talentosos catalanes, entre los que destacaron Pelegrin Clave y Manuel Vilar, destinados a renovar en México a la academia de las artes de San Carlos.
   La escuela purista española siguió así los preceptos de la hermandad de los nazarenos -trazados por el erudito del mundo clásico Johann Friedrich Overbeck (Lubeck, 3 de julio de 1789 – Roma, 12 de noviembre de 1869). Influenciado por Jaques Luis David, el pintor Overbeck funda en Viena en 1809 el Gremio de San Lucas (Lucasbundt), hermandad artesanal de orientación conservadora, católica cristiana que reacciona contra la vulgaridad del realismo que amenazaba el arranque del siglo XIX en la academia de Viena, volcando su interés en la fe en la humanidad, las posturas nobles y la elevación de las ideas. 
















   El idealismo de Overbeck, quien marcharía a Roma para estudiar en la Academia de San Lucas, concediéndoles a él y a su grupo instalarse en el monasterio abandonado de San Isidoro donde llevarían una vida monacal de ascetismo y recogimiento, se tradujo en una revaloración del dibujo y la poesía que buscó el agua fresca en las fuentes puras del arte cristiano de los pintores italianos prerrafaelistas (el Quatrocento). Idealismo que cree poder rescatar el arte de las modas y manías academicistas del neoclasicismo mediante una lucha espiritual introspectiva, resuelta en una piedad sencilla como moco de vida. Sus emblemas, la antorcha y la espada de la verdad y de la fidelidad religiosa, serían la base de un modo de vida ascético, cuya subsistencia radica en el apego al trabajo artesanal, duro y honesto, capaz de enmarcar una vida santa. Sus ideales estéticos puristas se decantaron en una composición escolástica y eclecticista que acentuaba la estructura del dibujo como profunda penetración en la determinación de las formas, y dureza en el perfil, de inspiración medieval, encontrando su actitud  historicista sus fuentes artísticas en Durero, Perugino, Fray Angélico, Rafael y en barroco clasicista, pero también en la Divina Comedia de Dante, Jerusalén Liberada de Torcuato Tasso, Orlando el Furioso de Ariosto (Palacio Massimo) y en las visiones de San Francisco (Capilla de la Porcíncula en Santas María de los Ángeles). Su obra más famosa, de la que existen dos versiones, es "La Sulamita y María" (también conocida como "Italia y Germania", alegoría nacionalista en la que retrato a su esposa italiana y a la esposa germana de su gran amigo y seguidor Franz Pforr, quien sostuvo los ideales caballerescos medievales y murió siendo aun muy joven).  












   La restauración renacentista de la escuela nazarena alemana, organizada como un gremio medieval de estudio y aprendizaje de la pintura, llevó a la profundización del oficio artístico y, por tanto, al rescate de la técnica mural del fresco que se olvidado durante siglos.[1] 















   Al revivir la técnica del fresco revivió también la idea de un arte colosal, de una pintura monumental, todo lo cual fue derivando a una exaltación del nacionalismo alemán y luego del patriotismo secular –como en el caso de Peter von Cornelius Cosse (Dusseldorf, 23 de septiembre de 1783-Berlin, 8 de mayo de 1867), quien influenciado por Jackes Luis David, Rafael Sanzio y los primitivos alemanas y por El Anillo de los Nibelungos, decoró lo mismo la iglesia de Sal Luis en Múnich (1836-1840) que el palacio de Westminster en Inglaterra, influenciando a Ingres, Delacroix y Gérard, decayendo al final de su carrera hacia un realismo pagano sin mayores atrinutos.


















   La escuela romántica alemana de los Nazarenos además de activar una relación profunda con la naturaleza mediante la renovación de los modos de vida artesanales y del trabajo colectivo de inspiración medieval, se adentró en el desarrollo de los temas históricos del nacionalismo emergente. Así sucedió también con el pintor Philip Veit (Berlín, 1793-Maguncia, 1877), nieto de Mesé Mendelssohn e hijastro del poeta Frederick von Schlegel, quien practicando la misma técnica de dibujo perfilado, puro, coloreados en tonos claros, colaboró en el ciclo bíblico de “José y sus Hermanos” en la Casa Bartoldy (Palacio Zuccano, en Roma) y en la serie mural de la Casa Massimo, pintando luego el retablo de San Jorge para la Iglesia de San Jorge en Benoheim.



















[1] Otros miembros de la Hermandad de los Nazarenos fueron: Franz Pforr, Ludwig Vogel, J.K. Hottasnger, Joseph von Cormelius, Joseph von Funrich, William von Schadow y Julius von Caroisteid.  

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