Tomás
Castro Bringas: Espejos de Memorias
In Memoriam
In Memoriam
Por
Alberto Espinosa Orozco
I
Vivimos el día de hoy un periodo en la que las editoriales han vuelto
los ojos a la experimentación, atreviéndose a innovar, implementando en su
producción nuevas tecnologías. Las pequeñas editoriales han iniciado así una
pequeña, pero significativa, revolución en las artes tipográficas, dando cabida
desde la autoedición hasta el libro electrónico, rompiendo las fronteras
rígidas en cuyos cotos de caza solían
desempeñarse.[1]
Uno de los pioneros de ese movimiento en
nuestro país corresponsalía Durango ha sido el grabador, escultor e impresor Tomás Castro Bringas,
quien nació en Santiago Papasquiaro, Durango, en 1961. Estudio en la EPEA
(UJED) y de 1980 a 1984 en la Escuela de San Carlos (UNAM), desempeñándose hoy como
maestro de escultura, fotografía, medios electrónicos y grabado en la Escuela
de Pintura, Escultura y Artesanías de la UJED, contribuyendo con su vasta
experiencia en diversas disciplinas artísticas, en la que ha sobresalido como un
muy activo participante, las que van desde la confección de marcos a el oficio de grabador e impresor,
pasando por el modelado, la escultura, y la realización de cortometrajes. Hay
que señalar en este renglón que el maestro Bringas es autor de un importante
tratado: Manual de Gráfica Contemporánea.[2]
Artista muy completo, quien sobre todo se ha
destacado en la realización de sobresalientes libros de arte de colección y
libros objeto. Uno de sus primeros talleres de estampa, serigrafía e impresión tipográfica en la Ciudad de
Durango, se encontraba localizado en los altos de un edificio en la calle de
Juárez, a un lado de la célebre casona donde se alberga la “Casa de Huéspedes
Juárez”, atendida por varios personajes de la minera ciudad de Tayoltita. Un
taller muy grande, en donde el maestro Bringas realizó una infinidad de
trabajos la Universidad Juárez del Estado de Durango.
Su taller, en calidad de itinerante, ha
conocido disímbolos locales desde entones, siendo durante muchos años el único
taller de estampa en toda la ciudad, el cual es conocido hoy en día como el “Taller del Perro Bravo”, de donde han
salido un sinnúmero de libros de autor, preciosas ediciones atesoradas por los coleccionistas.
La creación y producción de libros de autor,
que incluyen varios géneros de difícil catalogación –llamados libros de arte,
libros-objeto, libros artesanales, bitácoras de trabajo, agendas etc.-, se
caracterizan no solamente por su ánimo experimental y su creatividad, también
por respetar las tradiciones regionales, lo que les da un acabado de mucho oficio
y sabor local, tales como la cuidada manufactura de la encuadernación y el uso
de técnicas muy originales de la zona, como son el pirograbado y los calados
bajorrelieves.
Su antecedente inmediato habría que buscarlo
en México en el Dr. Atl, Gerardo Murillo, quien en la temprana década de los
20´s del siglo pasado experimentó con la técnica del “esténcil”, logrando como
resultado libros en verdad memorables.[3] A
escala mundial, los primeros libros de arte fueron realizados en Francia por el
poeta Stephan Mellarmé, en 1897; por el escritor Guillaume Apolinaire, en 1914;
el pintor Francis Piccabia, en 1934, y, posteriormente por los experimentos
logrados por Marcel Duchamp en Nueva York. Hay que señalar aquí, para cerrar el
círculo, que en nuestro país se ha destacado el Taller de Martín Pescador, hoy
en día en Xalapa,
por sus preciosas y cuidadas ediciones, en las que han estampado su nombre
poetas de la talla de Tomás Segovia y Octavio Paz. Algo hay en esos volúmenes
que recuerdan los pictogramas chinos y los códices prehispánicos, cuyo trabajo
más logrado en la industria nacional
probablemente son los Discos Visuales, editados por Era,
con poemas de Octavio Paz y diseños de Vicente Rojo.
II
Los libros editados por el maestro Tomás
Castro Bringas, además de ser verdaderas joyas artísticas y artesanales,
agregan el valor de la singularidad, pues todos ellos consten de tirajes muy
breves. A ello hay que sumar los juegos formales, de una especie de innovación
atemperada por el imperativo de conservar las tradiciones de hechura en la
atmosfera local, lo que no hace sino ensanchar las posibilidades estéticas.
Recientemente realizó la edición del libro Crónicas
del Servicio a una Causa, con textos de Paola B. Moreno y diez
grabados, realizados en diversas técnicas, del propio Tomás Castro Bringas (Crónicas
del Servicio a una Causa, Editado en los Talleres de la EPEA. El 25 de
abril de 2014. Tiraje de 25 ejemplares)..[4] El libro es, sobre
todo, un reconocimiento a las mujeres que participaron en la Revolución
Mexicana. El volumen narra de forma
sintética la historia de Julia Vázquez (1905-1996), oriunda del Municipio de
Ocampo, quien quedó huérfana a temprana edad y a los 8 años de edad se unió a
la armada del ejercito Villista, siendo en todo momento protegida por el
Centauro del Norte. Participó en la revuelta popular como agente confidencial a
las órdenes del general Pancho Villa. Llevando mensajes y órdenes dictadas por
Francisco Villa, vestida de muchacho penetraba en las líneas enemigas, usando
unos pantalones raídos amarados con un lazo, para no ser detectada, sin llevar
ningún recado por escrito, por estrictas razones de logística, logrando así
infiltrarse y marchar de vuelta con las noticias para el general.
En 1913, a los 13 años de edad, evitó un cruento derramamiento de sangre en
la ciudad del Rosario, Chihuahua, avisando a los batallones insurgentes villistas
del arribo de las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza.
Villa depuso las armas en 1920 a instancias
del presidente Álvaro obregón, por los Acuerdos de Sabinas formados por el
caudillo, retirándose a vivir a la Hacienda de Canutillo, en el estado de
Durango, a donde Julia Vázquez lo siguió. La heroína casó un año y medio más
tarde y tuvo varios hijos. Murió en 1996 en Ciudad Juárez, Chihuahua, a los 90
años de edad.
Los grabados que lo complementan constituyen
una suerte de poesía visual, épica y descriptiva, de los acontecimientos en
torno, con imágenes de la “Soldadesca”,
“La Pobreza”, el emperador “Porfirio Díaz”, la “Tragedia del Villismo”, la “Máquina
Ferroviaria”, el “Retrato de Villa”,
el “Varón de Cuatro Ciénegas Venustiano
Carranza” y “La Esperanza”. Imágenes crudas, otras de ellas idealizadas,
donde se ponen a prueba nuevas técnicas de la estampación, de sorprendentes
resultados apticos, por sus texturas, y visuales, por la composición final de
su conjunto. Hay que añadir que el libro se terminó de imprimir el 25 de abril
de 2014 en los Talleres de Grabado de al EPEA, y que consta tan sólo de 25
ejemplares, pues se trata de tirajes únicos.
En el volumen pueden leerse los valores de
la identidad, de la pertenencia a un alma colectiva común, a una misma memoria
y tradición revolucionaria; también la preocupación de dotar a Durango de
expresiones más modernas para la conservación y difusión de esa memoria. Dando
con ello pie a una relación de otro orden, más íntima y a la vez sensitiva, de
los autores con los lectores-contempladores de la obra de arte.
III
De 1984 a 1990 el Maestro Tomás Bringas realizó
una infinidad de trabajos de diseño editorial, publicidad y estampa, viñetas,
folletos para celebraciones, más libros y cuadernillos sueltos, para la UJED,
también público la revista experimental “El Ciervo Volador” –y algunas otras,
como la revista para la facultad de cardiología, o experimentales, como “El
Coyote” y “La Fragua”. Proyecto que empezó con Julián Castruita Morán,
académico, investigador candidato a diputado y bohemio, quien ya no vive aquí,
sino en el desarraigo.
Fue también hace más de 30 años, en 1984,
que comenzó con la experimentación artística bibliográfica con el libro Cartuchos
de Cañón, del maestro Enrique Arrieta Silva. Un libro agotado, hecho en
tamaño medio carta, cuya nota distintiva era ir envuelto en un sobre amarillo,
como un correo, con varias estampas sobre la revolución.
De 1990 a 1994 siguió con el proyecto
universitario, elaborando muchos diseños para los libros de la intelectualidad
oficial, de Socorro Soto, de José Ángel Leyva, de Osar Jiménez Luna. Volúmenes
todos que se disfrutan al ver la calidad del diseño y contrastar sus valores
artesanales. El libro visto como lo que en realidad es: no sólo una tarea de la
inteligencia, sino un ejercicio del gusto.
Dentro de la serie de impresos
independientes y artísticos hay que tomar en cuenta su destacada participación
en el Taller Mexicano de Grabado o Mexican Print Making Workschop, en
Chicago, a partir de los años 90´s, donde realizó una serie de carpetas de
grabado con René Arceo, de Guerrero y Nicolás Tesas, de Michoacán. Proyecto de
gran amplitud, hispanoamericano e internacional, muy apreciado por la academia
en Japón y Alemania.
A partir de esa experiencia se fraguó un
proyecto de gran interés, que derivó en la exposición “Santitos”, colaborando
con Workskhop o Taller de Arte Mexicano
de Chicago y René Arceo, de la que se realizó un tiraje en 1990 y otro en
1992, en Durango, con el apoyo de la UJED.
Con el mismo grupo realizó también 1990 el
libro de poemas Cantos de Papel, con Dodled Neto, pocho él, siendo los autores
de los grabados Gerardo de la Barca, Héctor Duarte y Carlos Cortés.
IV
La incesante producción editorial del Maestro
Tomás Bringas no había sido comenzado, elaborado a partir de aquel entones una
serie de breviarios, como el Juego de Lotería. Inspirado en el grabador José
Guadalupe Posada, de 50 ejemplares, el cual es una prueba litografía, con
textos y con grabados originales de
varios autores, alumnos de la EPEA, entre los que cabe mencionar a Israel
Torres, Liliana Cortez, Melanie Peña, Thor Reveles y Antonio Gándara. El Breviario de Neologismos y Arcaísmos,
compilación de voces usadas en Durango y otras expresiones diversas mexicanas,
donde el maestro exploró novedosas técnicas de la gráfica contemporánea, hecho
por el itinerante taller del perro bravo, el cual se presentó en varias partes
del interior de la república, como Tijuana, Aguascalientes, Nayarit y la Ciudad
de México.
En el año de 2009 y del 2010 dio a la estampa el libro Bestiario
de lo Insólito y de lo Inesperado,
con textos de su fiel colaboradora Paola Moreno, con grabados de Thor
Rivera, Israel Torres, quienes hace un lustro se incorporaron al taller, y el mismo Castro Bringas .en un tiraje de 50
ejemplares, sin registro o copy right. En 2010 realizó un trabajo para la EPEA
que recoge múltiples expresiones de grabado, con motivo del Centenario de la Revolución
Mexicana. En 2011 publicó el libro-objeto Diario de Calle, con el tema de las
tribus urbanas, tema con el que realizó paralelamente un video, poniendo de
manifiesto las inseguridades, decepciones, desacuerdos y desconciertos de esos
grupos marginados de lo social.
La actividad del maestro grabador continuó
en el Instituto Municipal de Arte y
Cultura de Durango (IMAC, cundo el encargado administrativo era el Ing. Jesús
Alvarado) con el nombre de Taller del
“Perro Bravo”, creado en el año de 2011, teniendo en él como alumnos y
colaboradores a José Jaime, de San Luis Potosí, Norma Martínez Ortega, Víctor Navarro,
Israel Torres, Isaac Moreno y Abraham Valles, creando una serie de
ilustraciones donde el talento regional ha sabido unir lo más acendradamente
tradicional con los valores vanguardistas más modernos, pues se experimentó ahí
por primera vez la técnica de la “litografía en seco”.
En 2012 inició, dentro del taller libre del
IMAC, una memoria de gráfica alternativa, tomando el léxico que se desarrolla
espontáneamente en la ciudad, dando como resultado el libro Las
Fibras y las Telas en las Artes Visuales, volumen de 80 PP., trabajo
que dio lugar a la exposición “Tipo, Cali, Foto, Lito… Gráficas”,
como homenaje a James Guttenberg, en mayo del 2012, con alumnos del Taller del Perro Bravo.
El 25 de abril del 2013 salió a la luz su
breviario Entre el Azar y la Costumbre, trabajo artesanal realizado con
diversas técnicas de impresión, realizando poco después una serie de carpetas
de grabado en el IMAC con los alumnos del taller, entre los que hay que
mencionar a : Thor Reveles, Melania Peña, Antonio Gándara, Othón Garría, Israel
Torres, Francisco Galeana, Ricardo Villanueva y Leticia Cortés, Abraham Valles
y Martín Peña.
Cabe añadir su participación el año pasado
en la muestra itinerante de grabado con motivo de la Toma de Zacatecas por Pancho
Villa, tanto en la ciudad de Zacatecas y luego en su natal Durango, donde
el incansable Maestro Tomás Castro Bringas preparó un trabajo para el Festival
Revueltas 2014.
El último trabajo del Maestro Tomás Castro
Bringas que realizó en la estampa es un
precioso tomo de poemas y grabados sobre el Sotol, titulado La
Magia del Desierto Líquido, que versa sobre la yuca de Torrecillas,
Lerdo, en done como en buena a parte de sus trabajos se alía una interpretación
de lo más antiguo que nos pertenece con las técnicas más modernas de impresión
y de estampación del material gráfico,
armonizando los contrarios dialécticos en una síntesis superior de armonía,
para mostrar con ello las posibilidades universales de nuestros valores
autóctonos y regionales.
El férreo espíritu de acción del maestro y
grabado durangueño ha estado inspirado siempre por dos notas esenciales: el
trabajo independiente, quiero decir libre, y la comunión con una comunidad, partiendo todo ello del “eros pedagógico”,
del gusto y el afán por generar, por ser padre espiritual de aquello que se ha
generado.
Ahora que se ha cerrado el circulo de sus días,
puede verse prístinamente el tema central que ocupó los trabajos y los días del
maestro durangueño Tomás Castro Bringas: el de la búsqueda y conservación de
nuestra identidad cultura, labrando en su obra el espejo de memoria de esa alma
colectiva a la que, con una robusta mezcla de orgullo y humildad, perteneció, y
que en la hora postrera de sus días sentimos clavada en el corazón como una
espina de sotolín, que nos obliga a cantar con sus agujas diciendo:
“Querido
Sotol:
porque
mi alma
hoy
va a cantar borracha
hasta
que salga el sol.”
[1]
Ver la interesante propuesta de libro
electrónico en 8 tomos hecho en Durango por el maestro Antonio Avitia, Historia
Gratifica de Durango. 5 316 pp. México. 2013. Costo de $55 pesos.
[2]
Tomás Castro Bringas, Manual
de Gráfica Contemporánea. Taller de Experimentación Gráfica y Editorial. CONACULTA.
1994.
[3] Las Artes Populares en México,
1921. Editorial Cultura, 1922, Segunda
versión. Joya bibliográfica que publicado por primera vez en 1921 como texto de
apoyo a la exposición de Arte Popular Mexicano que se llevó a cabo en las
ciudades de México y Los Ángeles, California. La colección fue recolectada por Adolfo Mest Maugart,
Jorge Enciso, Roberto Montenegro, Javier Guerrero y el propio Gerardo Murillo. El
libro se ilustrado por fotografías cada
una enmarcada en un esténcil al de los
textiles o la cerámica.
[4] Crónicas del Servicio a una Causa, Editado en los Talleres de la
EPEA. El 25 de abril de 2014. Tiraje de 25 ejemplares.
Hola! podríamos utilizar un grabado que se muestra en este portal para una revista? la revista es sin fines de lucro y se realiza para para la defensa de los pueblos indígenas. En su momento se la enviaríamos de manera digital. Saludos y buena noche.
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