Curso de Iniciación en la
Filosofía
Por José Gaos
1.- La definición de la filosofía
Con estas palabras
empieza un curso radiofónico de iniciación en la filosofía, en veinticuatro
lecciones de un cuarto de hora, o sea, en seis horas en total. En tan poco
tiempo no cabe realmente más que una iniciación en la filosofía. Pero para ser
verdaderamente una iniciación, va el curso a suponer que ninguno de sus oyentes
sabe absolutamente una palabra de filosofía -aunque no puede suponer que ni uno solo de sus oyentes no sepa
absolutamente nada de nada...
En tal suposición, lo
primero debe ser explicar la palabra misma filosofía. Es una palabra que ya no
escribimos, pero sí pronunciamos todavía como los que la compusieron: griegos
del siglo cinco antes de Jesucristo. La compusieron con otras dos palabras de
su lengua: filía, que quería decir amor, y sofía, que quería decir sabiduría; y
así, filosofía quiere decir amor a la sabiduría, afán de saber, ganas de saber.
Pero con el tiempo
cambian de significado las palabras; ha cambiado de significación la palabra
filosofía.
En la actualidad significa
ante todo un innumerable conjunto de obras, las llamadas obras de filosofía o
filosóficas, que integran la historia de la filosofía juntamente con los
respectivos autores, los filósofos, y con todas las circunstancias de éstos y
de ellas. Es un conjunto como el de las obras de literatura o literarias y el
de las obras de ciencia o científicas, que integran respectivamente la historia
de la literatura o literaria y la historia de la ciencia con sus autores, y las
circunstancias de éstos y ellas.
Las obras de literatura
son de diferentes géneros: novela, poesía, teatro... Las obras de ciencia son
de diferentes ciencias: matemáticas, física, biología, psicología, economía...
Las obras de filosofía son de diferentes ciencias filosóficas o disciplinas filosóficas:
metafísica, lógica, ética. La palabra filosofía significa en la actualidad
también el conjunto de estas disciplinas, que puede llamarse la enciclopedia
filosófica.
Pero parece que, para que
las innumerables obras de filosofía, y las numerosas disciplinas filosóficas o
partes de la filosofía, puedan ser todas filosóficas o de filosofía, es
indispensable que entre todas las obras de filosofía y entre todas las partes
de la filosofía haya una unidad, que haga posible darles el mismo nombre con una
misma significación. Tal unidad sería la esencia de la filosofía, lo que haría
que las obras de filosofía sean de ésta, de filosofía, y que las partes de la
filosofía sean partes de ésta, de la filosofía. Y ahora habría que decir qué o
cuál es esta esencia, la esencia de la filosofía -pero aquí nos encontramos ya
con un primer problema.
Se dice que el hombre es
un animal racional, y que la razón es lo que le diferencia de los animales
irracionales. Los hombres son los individuos de la especie humana o del animal
racional; los demás animales son los individuos de la especie del animal
irracional. Las especies del animal racional y del animal irracional son las
especies del género del animal. La animalidad y la racionalidad integran la
esencia de la especie humana, porque son lo que hace que cada una de los
individuos de esta especie sea tal, es decir hombre. Decir qué o cuál es una
esencia es definirla o dar la definición de ella. Decir que la esencia de la
especie humana es la animalidad racional, es definir esta esencia o dar la
definición de ella. La animalidad es la esencia del género animal; racionalidad
es lo que diferencia la especie humana de la especie de los animales
irracionales dentro del género animal, que es por lo que la racionalidad es la
diferencia específica de la especie humana. Por eso se dice que la definición
se da por el género y la diferencia específica.
Pues bien, decir qué o
cuál sea la esencia de la filosofía sería definir o dar la definición de ella
-por el género y la diferencia específica; y aquí es donde se plantea el
problema.
¿Cuál es el género de la
filosofía? Unos filósofos dicen que ciencia, porque piensan que la filosofía es
una ciencia; pero otros filósofos lo niega, porque piensan que la filosofía no
es propiamente ciencia alguna, sino más bien una especie de arte, que sería
para ellos el género de la filosofía.
Pero para los filósofos
que piensan que la filosofía es una ciencia, ¿cuál es la diferencia específica
de la filosofía, lo que la diferencia de la demás ciencia?
Las ciencias se
diferencian a primera vista por los respectivos objetos: la aritmética es la
ciencia de los números; la geografía, la ciencia de la Tierra; la sociología,
la ciencia de la sociedad. ¿Se diferencia la filosofía de la demás ciencia por
su objeto? ¿cuál es el objeto de la filosofía?... Unos filósofos piensan que el
objeto de la filosofía son todos los objetos -pero bajo un punto de vista
diferente del de las demás ciencias... Otros filósofos piensan que la filosofía
tiene un objeto propio, diferente de los objetos de las demás ciencias, pero
discrepan acerca de este objeto... Otros filósofos piensan que la filosofía no
se diferencia de las demás ciencias por el objeto, sino por el método...
El resultado de todas
estas discrepancias, acerca del género y la diferencia específica de la
filosofía, o acerca de la definición de la filosofía, o de la definición de la
esencia de la filosofía, o acerca de la esencia de la filosofía, es que haya
tantas definiciones de la filosofía, o de la esencia de la filosofía, como
filósofos -si no es que haya tantas esencias de la filosofía como filósofos...
En las demás ciencias no
parece pasar lo mismo: no parece que los matemáticos discrepen acerca de que la
aritmética es la ciencia de los números, ni que los geógrafos discrepen acerca
de que la geografía es la ciencia de la Tierra, ni de que los sociólogos
discrepen acerca de que la sociología es la ciencia de la sociedad.
¿Por qué los filósofos
discrepan, no sólo acerca de si la filosofía es la ciencia de todos los objetos
o de un objeto, o de tal o cual objeto, sino ya acerca de si la filosofía es
ciencia o no, o por qué los filósofos discrepan así acerca de lo que sea la
filosofía? Este es el problema. -¿Y la solución?- ¿No se discrepará acerca de
ella, igual que acerca del problema mismo -y será un nuevo problema?...
En todo caso, no parece
que el problema de por qué los filósofos discrepan como lo hacen acerca de lo
que sea la filosofía, pueda resolverse más que examinando aquello que lo plantea,
la filosofía misma -las obras de filosofía o la historia de la filosofía
integrada por ellas con los filósofos y las circunstancias, y las disciplinas
filosóficas o partes de la filosofía. Es el examen que iniciará la lección
siguiente, empezando por las disciplinas filosóficas, dejando para después del
examen de éstas el examen de la historia de la filosofía: pues no parece que
pueda entenderse la historia de nada antes de entender de aquello cuya historia
quiera entenderse...
31/7/61
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