Lo
Racional y lo Irracional
Por Alberto Espinosa Orozco
1.1.- La filosofía es el intento de fundamentar el ser dando
cuenta racional de él. Filosofía es dar razón de ser de los entes. Y razón de
ser es razón del ser. La Filosofía, pues, da razón del ser o bien por su
esencia, o bien por su existencia.
El término "razón" ha tenido en la tradición filosófica
un uso general más o menos constante y univoco, aunque simultáneamente haya
adquirido también las peculiaridades de los sistemas que la han hecho su objeto
-la razón crítica de Kant, la razón absoluta de Hegel, la razón histórica del
existencialismo, etc. En su sentido más propio la razón es la facultad del
pensar discursivo y conceptual. Así, lo racional es lo que es raciocinado, lo
ideado, lo concebido en una conceptuación (expresión redundante).
1.2.- Sin embargo, la palabra "razón" en latísimo sensu
"designa ante todo la palabra misma, la expresión verbal, como en el
refrán "obras son amores y no buenas razones. Un examen de la razón, una
Fenomenología de la Razón, un sistema racional que parte de esa primera
acepción originaria de la palabra razón -aunque sólo fuera para indicar que hay
algo de la palabra que no es conceptuación, que no es razón-conceptual. Como
sea, se trata de la definición tradicional del hombre: "animal racional"
o "animal provisto de palabra" (zoon logón ejón).
1.3.- El término logos, sin embargo, implica una ambigüedad: es a
la vez razón y palabra. Y, o bien la palabra solo tiene por función
estructurar, determinar, poner límites entre los entes, raciocinar
conceptualmente, definir, y no hay ambigüedad alguna; o bien la palabra tiene
también la función de organizar los entes de otra manera no-conceptual. Porque
hay, de hecho, junto al logos o palabra racional de la conceptuación, un logos
o palabra no por no conceptual menos racional -como, de hecho, indican los usos
cotidianos del lenguaje, los cuales pueden groso modo dividirse en lenguaje
literal y lenguaje figurado.
1.4.- Por otro lado, el sujeto empírico de la razón, el hombre, el
"animal racional", tiene como naturaleza o constitución una doble
razón o racionalidad: pura (o teórica) y práctica -cuando menos. El concepto de
"naturaleza humana" es, sin embargo, radicalmente problemático, cosa
que trataré más adelante -señalando, por ahora, exclusivamente dos de las
oposiciones inclusivas que conforman el "concepto" de naturaleza
humana: natural-sobrenatural, esencia-existencia.
1.5.- Otra manera de entender lo racional es oponiéndolo a lo
irracional, a la manera de una exclusión. Veamos en la Lógica de Hegel los
conceptos de lo irracional de la tradición filosófica, disolviendo así la
ambigüedad del concepto de irracional. Si lo racional es la facultad del pensar
conceptual y discursivo, lo irracional puede entenderse negativamente como lo
no concebido o conceptuado, no raciocinado ni ideado, como lo anterior a una
conceptuación, raciocinación o ideación de ello. Esta caracterización negativa
nos orienta hacia dos primeras vertientes de irracionalidad: una, de distinción
de orden ontológico relativamente a la razón, y otra, de inhaprensibilidad
gnoseológica, mayor o menor, por la razón. (Ver: J.G. "Seminario sobre la
Lógica de Hegel", Dianoia, # 4, 1958, pág. 206).
El orden del ser y el orden del conocer tendrían, así, un límite
para la razón: los entes ontológicamente no racionalizables por la razón, y los
entes no aprensibles epistémica u gnoseológicamente por la razón -dos caras, al
fin, de una misma moneda. Dentro de estas dos vertientes de irracionalidad
correrían las "aguas" de lo irracional, divididas por la tradición en
cuatro grupos: lo antirracional, lo infrarracional, lo irracional y lo
suprarracional.
1.6.- Lo antirracional: es lo que en el orden mismo de la razón es
contrario a lo racional en el sentido estrictísimo de lo verdadero formal o materialmente:
lo contradictorio o antinómico, lo paralogístico y sofístico, lo falso, lo erróneo.
(op. cit. pág. 205). Como se ve, lo antirracional implica lo antinómico,
concepto esencial para la Teoría de la Razón.
1.7.- Por su parte lo infrarracional: es lo perteneciente a
órdenes distintos de la razón dentro del gran orden de lo empírico que se
conciben como de nivel o rango inferior al de la razón. Esto es, ante todo, lo
sensible, en el sentido de lo sensorial y en el de lo sentimental o afectivo, y
lo activo impulsivo, instintivo..., en lo humano y en lo infrahumano, y, en lo
humano, en lo individual y en lo colectivo, social e histórico; en suma, lo
infrarracional animado. Y por una ampliación del sentido de esto habría,
además, lo infrarracional inanimado. Por ejemplo, en el caso del ser humano, se
trataría de las emociones subyacentes no voluntarias, pero significadas
mímicamente, de cada expresión verbal, de las intenciones emocionales
inconscientes.
1.8.- Lo irracional, justamente, sería: lo perteneciente a órdenes
distintos del de la razón, pero que se conciben como de nivel o rango igual a
éste, como lo volitivo. El irracionalismo consideraría que sobre todo el orden
de lo irracional indicado es superior a la razón. Por ejemplo, Kierkegaard,
Schopenhauer, Nietzsche, etc. Esto es, el campo de las emociones e intenciones
conscientes que pertenecen al dominio de lo voluntario y pueden, por tanto, ser
recuperados en la esfera de la conciencia.
1.9.- Por último, lo suprarracional: es lo no aprehensible por la
razón por pertenecer a un orden metaempírico en el sentido más lato o
metafísico en el sentido más estricto, como el infinito. La metafísica es la
ciencia del más allá. El más allá es lo que no es ni perceptible por medio de
los sentidos, incluso sirviéndose de instrumentos o aparatos, ni aquello de que
tiene conciencia cada ser dotado de ella, ni los pensamientos de los seres
humanos: lo inexistente y lo infinito.
1.10.- Por otra parte, si lo racional se opone a lo irracional
excluyéndolo, en cambio se opone a la descripción fenomenológica incluyéndola.
La descripción fenomenológica se sumerge de lleno en el segundo nivel de
racionalidad. La descripción de un objeto no da razón de su ser, no demuestra
el fundamento del ser, sino que simplemente lo muestra. Y lo muestra
"racionalmente", como pensamiento discursivo integrado por conceptos.
Lo muestra hablando del objeto bajo la especie de la descripción, incluso
definiéndolo, al definir los conceptos de que se sirve para describirlo, en su
fenomenicidad -pero sin hacer la teoría de esa descripción, de esa
fenomenicidad, es decir, sin explicarlo. Empero, como lenguaje integrado
básicamente por conceptos tiene como sentido un pensamiento o razón que se mueve
por definiciones; es decir, se trata de un pensamiento literal esencialmente
analítico. Toda esta riquísima esfera, o esferas, de la vida no pertenecen de
hecho al "territorio" o "dominio" de la razón.
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