Desde el Gran Valle Norteño
Por
Alberto Espinosa
I
No
el sufijo duranguense
-Que
suena a estadounidense-
Hace a esta tierra de ensueño
Sino el ser buen durangueño.
Que
recibe al afuereño
Sin
asomo de desdeño
-Aunque éste sea defeño
Igual
que con el isleño.
Con
sus ríos marmoleños
En
paisajes rivereños
Con
manjares navideños
Y
misterios zarzaleños.
Mil alacranes sedeños,
mil rincones hogareños,
entre venados trigueños
y sus cascadas de ensueño.
Todos vamos al empeño
Desde el grande hasta el pequeño:
Gloria de ser buen norteño
Es el ser del lugareño.
Tierra de clima halagüeño
Donde cocinan con leños
Bajo de un cielo risueño
Los gentiles durangueños.
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