Don Ricardo “El Pajarito” Moreno: Pedro
Moreno Pérez
Por Alberto Espinosa Orozco
Mi papá fue Pedro Moreno Pérez, de oficio curtidor de cueros. Talabartero.
Humilde trabajador del cuero y algunas veces pieles finas. Mestizo, al igual
que sus medios hermanos. Duro de carácter. También fue guardabosques,
trabajando entre pinares, entre árboles, guardando los claros.
Mi papa era de San Juan del Río, Durango. Se separó de Zenaida antes de que yo naciera. Lo conocí mucho
después, cuando yo era peleador, cuando estaba con fama. Chaparro, barbón, como
yo. La primera vez que lo vi estuvo lejano, distante, pero si nos reconocimos.
Luego me fue a buscar, en 1962, cuando estaba castigado como peleador. Fue el
mismo año en que tuve que abandonar la casa de Romero de Terreros, en Coyoacán.
La casa de la que hablan, que dicen que estaba en el Pedregal de San Ángel. Fue
a estar conmigo un tiempo. Se regresó. Lo ayudé con 25 mil pesos y se regresó a Durango en ese mismo
año.
Por el lado de mi papa, mi bisabuelo fue Pedro
Moreno Gonzalez, general insurgente, mi abuelo fue coronel cristero, aunque antes luchó con Álvaro Obregón y después fue
perseguido por Abelardo Rodríguez y Pascual Ortiz Rubio. Mi tío Melquíades
Moreno Pérez, hermano de Gervasio, vendía pulque en Chalchihuites. Y mi tío
Primitivo, de la parte de Jesús Moreno, vivía en San Juan del Río,
Durango.
Mi mamá, Zenaida Escamilla Chaires, vivió
siempre en Chalchihuites. Tuvo cuatro hijos: Esteban y Francisca, Mercedes, y
luego yo. Murió de la vesícula biliar, en una operación, en 1978. Sus restos mortales
descansan aquí, en Durango, en el Panteón de Oriente.
***
El padre de
Ricardo Moreno fue peletero de profesión. Dejó a su familia en Chalchihuites
cuando Ricardo Moreno era muy pequeño, por lo cual de muchacho tuvo que
trabajar en las minas. Cuando su entrenador Lupe Sánchez lo incluyó en su
establo y le preparó una habitación en su propio domicilio, eligieron su nombre
de batalla. Fue entonces cuando Ricardo Moreno le confesó que su madre Zenaida,
desde que nació, le llamó ”Pajarito”, porque era muy esbelto con el pelo hirsuto. A Lupe Sánchez le
pareció un nombre muy descriptivo del novel púgil, por lo que desde entonces
adoptó ese mote como luchador del cuadrilátero: Ricardo “el Pajarito”
Moreno.
Recuerda Don
Chón García de la Cruz ,
cantinero matutino del bar Belmont, que al campeón Ricardo Moreno en el fondo
no le gustaba que todos le dijeran “Pájaro” o “Pajarito”, pues sentía que con
ello lo reducían, que lo rebajaban o que lo querían alburear. Don Chon nos comenta
que era muy parecido a su papá: “Ya vio al Pajarito, pues haga de cuenta que ya
vio al papá. Se llamaba Pedro, Pedro Moreno, así se llamaba. Era zapatero,
peletero o algo así. Bravo, igual que Don Ricardo. Yo conocí al papá en aquel
tiempo de fama de Ricardo, cuando se sentía orgullosote de su hijo”, nos dice
el cantinero amigo del boxeador. “Pero lo atropellaron”, continúa “porque en
ese tiempo había unos carros de ruta, que venían de Granada y daban vuelta por
las Alamedas para llegar a Hidalgo. Ahí, enfrente de San Agustín lo
atropellaron, lo atropellaron y allí murió. Así murió Don Pedro Moreno”, añade.
Se cuenta
también que al final de su vida Pedro Moreno vendía semillas en la Plaza de
Armas de Durango y que murió en el Hospital General. Se le mandó avisar a
Ricardo el “Pajarito” Moreno, pero no se reportó, porque andaba de marinero en
las costas de Sinaloa, recorriendo por mar el mundo, por lo que sus restos
mortales fueron a parar a una fosa común. Eso sucedió en la década de los 60´s.
El diario El Sol de Durango dio la noticia.
Fotografías de Eliezer Name Zapata y Felipe Tinoco
No hay comentarios:
Publicar un comentario