Ricardo
Moreno Juárez: Recuerdos de “El Pajarito”
Entrevista
Por Alberto Espinosa Orozco
(Tercera
Parte)
Pues
sí, pues es la envidia. Imagínese, a esa edad tener todo. Pues imagínese, mi
papá… Como decía mi mamá: “Tu padre era un chavo millonario.” Así, de plano.
Pues
sí, pues imagínese las rémoras que andaban tras de él. Y luego las envidias,
pues el gozaba de fama también. Pues mucha gente lo envidiaba. Porque mi jefe
todo tuvo, todo tuvo…
Pues sí, le
digo, mucha gente en vez de haberlo guiado, aconsejado, haber sido un buen
amigo, que le dijera: “Mira, cuídate, guarda tu lana, invierte, compra dos,
tres edificios, cuatro…” Pues mi jefe, con la lana que ganó, pudo haber
comprado, y tener su vejes asegurada. En aquel entonces ¿cuánto costaba un
edificio? Tenía eso y más.
Si
hubiera sido así, ahora viviría. Estuviera conociendo a sus nietos, a sus
bisnietos. Se las iría campechaneándo. Viviría tranquilamente, sin
preocupaciones de ninguna especie. Pero en fin, Dios quiso que fuera de otra
manera la historia. Y pues ni hablar ¿verdad? Y pues ni hablar. Pero también
pobrecito. Yo creo que fue más lo que sufrió que lo que gozó. A mi parecer
¿verdad?
Le
digo, mi padre, en vez de ponerse las pilas y cuidar lo que tenía, andaba con
los amigotes… en el desmadre… Pues se hubiera puesto las pilas para cuidar a su
familia… todo. El tal Penagros, ese imbécil, se hacía pasar como amigo de mi
jefe. Ese viejo también era culebra, pinche. No sé si le andaba tirando los
canes a mi jefa. Porque mi jefa era muy guapa. Mi mamá no era hermana de
Rosario Gálvez. Rosario Gálvez era tía de mi mamá, tía o prima, más bien, creo
que era prima.
Yo
estudié en el Instituto Simón Bolívar, ahí hice mi primaria. Después ya hice la
secundaria en la #45 de gobierno. Después entré a la Prepa #8. Y ya después
entré a la Facultad de Derecho. No terminé. Me quedé en el 4to semestre. Porque
me casé y bla, bla, bla…Pero si entré a la UNAM. Soy hijo de la UNAM.
Tengo
todo tipo de sangre: del “Gallo Giro”, de “El Pájaro Moreno” especialmente. De
mi tío Jaime, ese de la SEP, porque mi tío fue Jaime Torres Bodet. Yo lo único
que sé es que su esposa Josefina es mi tía. Mi mamá la iba a ver muy seguido.
Tenía, o tiene, un departamento en Campos Elíseos, ahí en Polanco, en el D.F.
Fíjese, está intestado. A ver si me lo puedo adueñar. Porque es un departamento
que puede valer mucho dinero.
Mi
mamá ya no se volvió a casar. Tuvo sus novios. Tuvo sus novios que tenían su
lana. El último novio que tuvo fue Don Eucario González, el Sr. Frog. Está
preso en Cancún, por haber hecho mal uso de la firma. Anduvo con ese señor
mucho tiempo. Mi mamá trabajó en una Estética, en la Zona Rosa. Y ahí pues
conoció a mucha gente de lana. Conoció muy bien al de Radio RED, a Bibó, a
Gutiérrez Bibó. Conoció a mucha gente, de lana, famosa, narcos… olvídese. Mi
mamá siempre fue una persona muy sociable y pues tenía miles de amistades.
Mi
tía Josefina fue hermana de mi abuelo. El esposo de Magdalena Gálvez Corchado,
Alberto Juárez Montañés. Su hermana fue mi tía Josefina. Y ellos no tuvieron
hijos. Mi tío mandaba al chofer para que vinieran a recoger a mi mamá y a la
hermana de mi mamá allá, a la casa de Santa María la Rivera… más bien de Santa
María la redonda, en la Guerrero, y se las llevaban allá, a la casa de Las
Lomas. Y allá las invitaban a cenar y se la pasaban a gusto el domingo. Y
después el chofer venía y las traía después a la casa otra vez.
Pues
yo creo que perdonar a mi papá. Pero sabe que mi abuela era una persona muy
metiche, y pues ahí ya influenciaba. Cuando vivíamos también con la hermana de
mí mamá, también se llamaba Magdalena su hermana, entonces, pues ya sabe, mi
mamá pues estaba muy chiquilla, pues tenía 19 años, después de venirnos de El
Pedregal, nos venimos a vivir con mi abuela, Malena, ahí a Palenque. Vivíamos
ahí, con mi abuelita Malena. Pues sí, vivíamos ahí, con ella. Ahí, donde
llegaba mi jefe y ya sabe, aquel con sus copas a pedirle perdón a mi mamá… y a
romper vidrios, a hacer sus desmanes… Esa cuadra se volvió famosa, porque mi
papá llegaba, pues… ya sabe, con su carrote, sus mariachis, ahí, a pedirle
perdón a mi jefa. Y empezaba a romper todos los vidrios de las ventanas. Y mi
abuela agarraba y le hablaba a la policía: “Ah… ya llegó “El Otro”, que no sé
qué…” Entonces, ya sabe, llegaba la policía y mi jefe les daba una lanita y ya
le daban chance.
Mi
jefe llegaba a las tres de la mañana con mariachis, a pedirle perdón a mi mamá
y llegaba la policía, pero mi papá les daba dinero y se iban. Eso fue cuando
vivíamos en Palenque, como en 1964. Vivíamos primero en Palenque #54, y luego
en Niño Perdido #811, y Cumbres de Maltrata.
Fíjese
lo que es la vida, donde yo tengo unos amigos me encontré a una prima, ella es
hija de un primo de mi papá, mi prima Graciela. Una vez yo conocí a un señor,
un tal Alexandri. Y cuando nos pusimos a platicar, que yo era hijo de “El
Pajarito” y bla, bla, bla… me dijo el señor: “Pues yo conocí en La Roma a un
hijo y una hija de “El Pajarito” Moreno.” Dice que en La Roma, que estaban en
La Roma. Y ellos dicen que eran hijos de él. Claro, a lo mejor él no los
reconoció, pero a lo mejor sí, ´pues eran hijos de él.
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