Monadología
La Historiología y sus Leyes
Por Alberto
Espinosa Orozco
1.- La fórmula de la
historiografía ha seguido siendo la certificación de hechos o la comprobación
de su influjo sobre otros hechos, siendo la misión de la historia decir como
han pasado las cosas.
2.- Tal fórmula entiende por
ciencia de la historia el arte de no comprometerse intelectualmente –de no ser
taxativo, claro, inequívoco, de sólo transitar por un desierto de vaguedades,
siendo para ellos el arte de la historia la crónica –siendo así el mejor
historiador el alma más retrasada y más pobre en ideas, en donde el alma se
halla atada a un expediente, donde no hay más luz que la que arrojan las
papeletas, alma de cronista, de burócrata: alma de mandarín.
3.- La historia, sin embargo, no es la filosofía; el error de la
historia filosófica es la de pretender deducir lógicamente los hechos alógicos
de la historia, como sucede en la filosofía del espíritu absoluto.
4.- Si la historia es crítica y documento, sin embargo, en tanto crítica
tiene que ser filosófica –y filosofía reforzada por las fuentes, por los
documentos.
5.-
La historia no es el documento –como la física no es el experimento. Hay ahora
una historia naturalista, que quisiera fundarse en el experimento. El análisis
físico de la naturaleza construye una figura conceptual, con la cual comparar
el fenómeno sensible y, podría decirse, no observa lo que ve, sino que busca lo
contrario al dato; en física el análisis es puro, pero sólo a partir de la observación
impura.
6.- Se requiere de una teoría del conocimiento histórico. La
investigación histórica examina lo individual, pero lo examina a partir de
normas morales, y pretende comprender el curso de la historia en todo su conjunto.
7.- Por ello, la historia es más que crítica
y documento: tiene una marcha, un progreso, del cual se derivan sus propias
categorías.
8.- Porque la ciencia nunca es mera empiria -observación del dato a
posteriori; la ciencia siempre es construcción a priori –confirmación por
correspondencia de una idea, de una forma, de un modelo, que es el papel que
juega el experimento, que toca sólo en algunos puntos el mundo de la
experiencia.
9.- La misión de la ciencia es la de adaptar los fenómenos a ciertas
ideas a priori, independientes del experimento, confirmando la ley, que es un
hecho imaginario, o combinando varias leyes, y así logra explicar los hechos.
La física adapta los fenómenos a formas matemáticas y construye por lo tanto
matemáticamente.
10. La historia no consiste en
el documento. Su primera dificultad es la observación y la depuración del dato,
que es el piso, el suelo de la ciencia histórica-fuentes que pueden tener una
desproporción monstruosa, en las naufraga el historiador, produciendo en el
lector la impresión de ser más humo que llama.
11. Pero la ciencia empieza más
allá de los datos históricos, que es lo dado inmediatamente a la ciencia, al ir
más allá de ellos. La historia es cosa distinta a la documentación, pero
también a la filología. No es la labor del archivista que trabaja sobre
códices, estudiando las fuentes al grado
que empantana el área histórica por no tener clara conciencia de los problemas
históricos –que no hacen sino revelar la miseria intelectual del torpe
filólogo.
12. La historia, como toda
ciencia empírica, no es un agregado, sino una construcción. Toda ciencia de
realidades se compone de cuatro elementos:
a).- Un núcleo a priori: lo histórico es a la
historia lo que la materia es a la física.
b).- Un sistema de hipótesis que enlazan el
núcleo a priori con los hechos historiados.
c).-Las inducciones dependen de esa
hipótesis.
d).- Una vasta periferia de hechos,
rigurosamente empírica –descripción de puros hechos o datos.
13.- El mundo es visto a través de las
categorías de lo existente, que permiten
un conocimiento del mundo –el error del positivismo es creer que hay un
conocimiento del mundo y a la vez, en obvia paradoja, que el mundo no tiene
forma, estructura, anatomía, que es un caos de sensaciones informe, es decir
que no es un mundo.
14.- La condición de posibilidad de la
experiencia es que sea y que sea algo, que tenga forma, estructura, figura carácter.
15.- La materia es la porción de la realidad
más cercana a ser un caos, por ser el modo de ser menos determinado que existe,
siendo sus formas elementales muy abstractas, muy vagas, gozando la acción
intelectual ante ella de un amplio margen, proyectando los sujetos formas sobre
los fenómenos, siendo tolerado por ellos –hay muchas físicas, porque ninguna de
ellas es necesaria. La física hace una figura imaginaria, simbólica, mecánica,
subjetiva, del mundo corpóreo, hasta que
topa con la resistencia que le ofrece la forma efectiva, auténtica, que
la materia le ofrece.
16.- Lo real histórico posee una figura
propia, determinada, exclusiva, siendo menos vaga o abstracta por su objeto que
la física, que renuncia a comprender a su objeto, quedándose exclusivamente en
salvar los fenómenos: en no contradecir las apariencias, por mor de construir
un sistema de manipulaciones efectivas que sea coherente.
17.- La historia no es manipulación, sino
descubrimiento de realidad; por ello está obligada a comprender –tiene que
mantenerse en contacto ininterrumpido con ella por medio de actos de
comprensión, no pudiendo por ello sustantivar sus métodos, ya sea en
operaciones mecánicas o en manipulaciones. La historiografía no consiste, como
la física, en sus métodos, por lo que no puede sobreestimar las técnicas
inferiores de la lingüística, de la filología de la estadística –recetas
dogmáticas del método sustantivado que se vuelve independiente.
18.- Al ser la historia un auténtico conocer,
los métodos y técnicas son necesarios por imprescindibles, pero disminuyen su
valor, siendo menor su rango en el cuerpo científico por no ser principales.
19.- El método es todo funcionamiento
intelectual no determinado por el objeto, predeterminando la relación del
sujeto con los fenómenos y mecanizar su labor ante ellos. El dogmatismo, la
sustantivarse y hacerse independiente, da por sabido lo que se quiere
averiguar, constituyendo entonces en una certidumbre dogmática.
20.- Si la historia no llega a ser ciencia se debe sobre todo a los
métodos, a la mecanización de su trabajo, pues es el método un pensar
mecanizado para el provecho del todo, que no estaba en los datos. Pero la
historia tampoco consiste en los datos que encuentra el archivista. La ciencia
empieza donde el método acaba, cuando los métodos nacen de la ciencia que los
postula y suscita, cuando es potente para surtir los datos a la historia; porque
los datos son síntomas o manifestaciones de la realidad –y, sobre todo, son
dados a alguien para algo: para el verdadero historiador la realidad histórica.
21.- Más allá de los ingredientes variables
que constituyen la historia, está un núcleo de ingredientes invariables, que
van de relativa a absolutamente constantes: su estructura radical o a priori,
categórica, independiente de la variación de los datos históricos –aún tomando
en cuenta su carácter diferenciar, individual, innovador, donde rige sólo el
azar y el albedrío.
22.- La primea constante absoluta: la
condición de hombres .y de hombres históricos – César y Pompeyo son ambos
romanos del siglo I a, de C., siendo su diferente modo de ambos romanos. La historia recibe conceptos de
la antropología para su edificación y está constituida también por ella: la
estructura genérica de la vida humana; lo verosímil y lo inverosímil: lo que es
humanamente posible o imposible humanamente –en cierta época, en cierto pueblo,
en cierto hombre (en la critica de fuentes).
23.-
La figura individual tiene también una naturaleza constante, una
estructura permanente, la incluya muchas constantes no individuales,
ingredientes abstractos no individuales, comunes a otros miembros de su tiempo
–Cesar está emparentado con todos los hombres de “carácter cesáreo” y con los
generales vencedores de todos los tiempos, siendo César mismo, si un azar
metafísico, como pura realidad histórica es una mezcla de elementos constantes.
24.- La verdadera misión de la historia es
así determinar en cada caso lo que hay de constante y de azaroso.-pues de
registrar puros azares la ciencia histórica no solo sería imposible sino
inefable. Requiere para ello de una técnica: de una ontología de la realidad
histórica, del estudio a priori de su estructura esencial, así como la
definición de las individualidades, de los entes singulares.
25.- La metahistoria definiría lo real
histórico in genere, analizándolo en sus categorías primarias. La historia
sería entonces una concreción de la metahistoria –como lo es la física de la
metafísica.
26.- Metaf´ñisca de la historia: todo ser
tiene su forma original antes de que el pensar lo piense; el pensamiento tiene
también la suya. La misión del intelecto su forma constitutiva, e adoptar la
forma de los objetos, haciendo de estos su principio y norma, combinado y
analizando ideas objetivas dentro de las limitaciones dadas por los principios.
La razón determinada es la cosa, una razón des-subjetivizada (la razón
histórica, el gran logro de Hegel).
27,- Las leyes: 1ª.- La mayor porción de la
vida individual conste en encontrarse con otras individualidades, que tocan en
diferentes grados la vida individual, que es independiente de mí y que
reacciona sobre mi acción, donde no hay nunca inclusión, sino convivencia y que
completa el vivir del individuo, trascendiendo lo individual y psicológico:
choque, enlace, amistad, amor, odio, lucha, compromiso.
28.- 2ª.- la vida estrictamente colectiva,
que envuelve la vida individual e interindividual, que avanza hacia un todo
vivo y más amplio que incluye lo individual lo interindividual y lo colectivo,
que es la vida social –no pudiendo en rigor decir el individuo donde empieza él
y lo suyo propio y donde termina lo que es en él materia social: las normas,
las emociones las ideas que actúan en ostros y que son hilos sociales que pasan
por nosotros, sin nacer de nosotros ni ser de nuestra propiedad, sino que son
de sujetos sociológicos.
29.- 3ª.- El valor eminente de cambio
incesante, de continuo movimiento, de proceso o flujo que aparece en la vida
social, se estructura a su ves en la articulación de tres generaciones dadas en
lo social –manifestando sólo una sección de un todo vital amplísimo, cuyos
confines son tan indefinidos hacia el pasado como hacia el futuro, hundiéndose
y esfumándose en ambas direcciones.
30.-
Esa es la estructura a priori de la vida y de la realidad histórica o su
círculo máximo de extensión -siendo sus dos formas efectivas la de la “humanidad” y la de su
“universalidad” o valor mundial, ya sean formas efectivas de la realidad
histórica o meras idealizaciones. El círculo ínfimo es el del individuo
aislado, si tal cosa fuese posible; o es su círculo más interior, porque no
puede ser independiente de un pueblo, raza, nación, sociedad, cultura –círculos
máximos que influyen sobre el interior en alguna medida o razón, y viceversa,
de cuyo círculo máximo no cabe mayor trascendencia que no sea metafísica… ella
misma histórica probablemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario